Desde el año pasado se rumora que el priista, Pablo Gamboa Miner, hijo del Emilio Gamboa Patrón, viejo jerarca yucateco del PRI bien conocido por haber sido un oscuro operador político de primer nivel durante décadas del priato, daría el salto al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Durante el fin de semana se exacerbaron los rumores y se dice que es inminente el anuncio oficial. Cabe recordar que el año pasado circuló una vieja foto de Huacho Díaz Mena acompañado de Pablo Gamboa desayunando, aunque se ha asegurado que en dicha reunión se tocaron otros temas que no tuvieron nada que ver la decisión política reciente de presuntamente incorporar al hijo de Emilio Gamboa, quien fue secretario de Comunicaciones y Transportes, dos veces senador de la República, diputado federal por el PRI y secretario particular del presidente Miguel de la Madrid, entre otros cargos.
La llegada de Pablo Gamboa al Morena forma parte de una estrategia de la coalición morenista que está buscando desesperadamente debilitar a su contrincante, PRI-PAN-Panal, ya que se encuentra abajo en la intención de voto.
La larga cauda de personajes que han dado el brinco a última hora es ya larga y conocida: Rommel Pacheco (ex panista ahora y ex priista), el senador Jorge Carlos Ramírez Marín, el ex presidente del PRI Panchito Torres -quien dirige la campaña de la diputada Geovanna Campos- el ex diputado priista Felipe Cervera Pacheco, el ex diputado priista Luis Hevia Jiménez, todos rancios políticos tricolores que por décadas se opusieron a Andrés Manuel López Obrador y que ahora ocupan las principales candidaturas o se encuentran incorporados en puestos de primer nivel de la campaña a gobernador de Huacho Díaz Mena.
Hay muchos más ex funcionarios priistas y operadores políticos incorporados en la campaña de Morena -como Víctor Caballero Durán, ex secretario general de gobierno con el ex gobernador priista Rolando Zapata Bello, hoy en alianza con el PAN y su candidato Renán Barrera Concha.
El brinco del expriista Felipe Cervera Hernández (con toda su familia, incluido su fracasado hermano, Víctor Cervera, quien obtuvo escasos 7 mil votos en la pasada elección con Movimiento Ciudadano ) se dio durante la visita de la candidata presidencial, Claudia Sheinbaum. Sentados todos como si fuera una gran noticia, se anunció que los Cervera decidieron pasarse a las filas del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, en la esperanza de obtener los cargos que el PRI ya no les garantiza.
Habituados a explotar el nombre del cacique Víctor Cervera Pacheco -dos veces gobernador de Yucatán- y tótem intocable de la clase política priista local, los Cervera en realidad son un cascarón vacío a la búsqueda de la grandeza presupuestal perdida, misma que les ha permitido vivir holgadamente y sin preocupación alguna durante décadas.