Por Eduardo L Lliteras Sentíes.- Mientras el gobierno estatal atrasa el reemplacamiento en consideración, según versión oficial, de la cuesta de enero -con su cauda de aumentos en todo, incluidas las gasolinas, aunque digan que no- el ayuntamiento meridano suma una muy buena respuesta ciudadana al pago del predial.
Mientras tanto, el nuevo gobierno guinda avanza sus piezas en la Agencia de Transporte: Jacinto Sosa Novelo fue nombrado nuevo director general de Transporte de la Agencia de Transporte de Yucatán en sustitución de Alejandro González Poveda (primito del ex diputado presidente Víctor Lozano Poveda), mientras en los pasillos del poder corre el rumor de que Rafael Hernández Kotasek (Titular de la Agencia de Transporte de Yucatán) se marcharía a Quintana Roo a dirigir el nuevo proyecto de transporte de la gobernadora Mara Lezama, ya que en Yucatán le pueden caer los taxistas cualquier día de nuevo. El todavía “titular” de la rimbombante Agencia de Transporte de Yucatán sería sustituido, según los chismes de lavadero de la política local, por el hermano de Luis Hevia Jiménez. Es decir, por el peloncito Humberto Hevia Jiménez, quien fue director de transporte en el gobierno de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco.
Luisito, de ponerse al frente de la Agencia, podría echar mano a la millonaria bolsa de casi 2500 millones de pesos que tiene de presupuesto la Agencia de Transporte de Yucatán. Hernández Kotasek no puede ser removido por el momento, pero hay una campaña para tumbarlo y presiones de todo tipo para que se vaya y deje el campo libre para el nuevo gobierno y su fichaje, que por ahora apunta al sonriente y viajero Humberto, a quien le fue muy bien en el gobierno de la hoy diputada de Movimiento Ciudadano. El presupuesto de la Agencia de Transporte de Yucatán es motivo de sobra para que manden a volar a Rafael, sin duda. La pregunta clave y en el aire, es qué será del transporte en la capital meridana y en particular, del “Sistema Va y Ven”, calificado como una “porquería” por la hoy senadora, Verónica Camino Farjat, con un dejo de odio hacia la empresa ADO, durante la pasada campaña electoral. Algunos vaticinan que el transporte azul en poco tiempo será una montaña de carcachas rodantes como era hasta que llegó Mauricio Vila al poder y se inventó el Va y Ven.
Y claro, ya en el tema de las sustituciones, también siguen bajo el agua las patadas para tumbar de su cargo al actual fiscal de Yucatán: Juan Manuel León León. De hecho, el caso del conflicto judicial por los hoteles Mayaland y The Lodge en Chichén Itzá, está siendo utilizado para empujar la exigencia de que se vaya del cargo el actual fiscal. Hasta la mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum ya van al menos dos veces que tocan el tema de los hoteles (escondiendo el nombre y apellido de Barbachano, quien fue calificado de enemigo de la 4T por el ex presidente) y de paso le tiran pedradas al tejado de la fiscalía yucateca. Y claro, según los rumorólogos especializados, ya encarrerados también quieren remover a la titular de la Agencia de Inteligencia Patrimonial y Económica de Yucatán, Olga Rosas Moya. Y después expulsar -mediando cartita a los Reyes Magos- del Poder Judicial a los magistrados nombrados por Mauricio Vila. Quedan 6 largos años para ello. Reforma Judicial de por medio y elecciones intermedias que permitan las mayorías necesarias para las reformas constitucionales.
QUEJAS CONTRA EL INFONAVIT
Tras al menos un mes de que se hizo público el escándalo del fraude inmobiliario cometido en perjuicio de unas 200 familias yucatecas que adquirieron casas a través del Infonavit en los fraccionamientos Jerusalén, Zoola de Umán, Bosques de Kanasín y Luna Kin de Hunucmá, el ex director general del infonavit a nivel nacional, Rogerio Castro Vazquez, hoy orondo delegado de Bienestar en Yucatán, declaró, públicamente, que él “no es corrupto”. Durante una de sus conferencias sobre los programas sociales dijo que no fue su responsabilidad y que a él no tocó supervisar. Así de plano.
Cabe recordar que decenas de personas perjudicadas tomaron las instalaciones del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) en diciembre pasado, dándole su bautizo al flamante nuevo delegado, Mauricio Sahuí Rivero, que fue exhibido en audios con tonos autoritarios dignos de las mejores eras pridinosaúricas. Ahora se sabe que el llamado Cártel Inmobiliario de los Mañé enfrenta más de 100 denuncias por fraude ante la Fiscalía General del Estado de Yucatán. Sin embargo, los responsables no han podido ser localizados, y las familias afectadas sospechan que ya han huido del estado. Es decir, que se dieron a la no tan sutil fuga, igual que los defraudadores de Inverco, los que han amasado tremenda fortuna a costa de centenares de familias -más de 700- con casas jamás construidas en Pedregales de Misnebalam. Lo peor es que el tema no es del interés ni de los diputados locales y menos de los federales. Ni hablar de los senadores. Les vale el pueblo trabajador.
Respecto a los derecho habientes del Infonavit perjudicados, han denunciado que a tres años de distancia, no recibieron sus viviendas, ya que todo se quedó en obra negra. Y quienes sí la obtuvieron, no cuentan con agua potable ni con energía eléctrica por diversas irregularidades, sin que el Infonavit dé una solución, pues la empresa que realizó estos proyectos, desapareció. Veremos qué sucede.
CAJÓN DE SASTRE
Se sabe que los dirigentes de los dos sindicatos de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) han emplazado a huelga a la máxima casa de estudios, en demanda de la revisión de salarios correspondientes a 2024. Sin embargo, se espera que la sangre no llegue al río porque los líderes sindicales están bien domados y es tradición que alzan la voz a inicios de año y luego se contentan con un alza similar a la inflación. Es decir, rugidos de gatito.
Y claro, a pesar de que el rector de la UADY dice, literal, que no sabe cómo está el presupuesto de la universidad dizque autónoma que dirige, se sabe que la UADY recibirá menos recursos públicos que en años anteriores. En dinero contante y sonante son 37 millones menos para la UADY. Así lo dijeron muy satisfechos diputados guindas del congreso los que argumentaron que fue la misma rectoría la que decidió hacerse el harakiri, a pesar de las necesidades ingentes de la universidad para atender a muchos jóvenes que quedan fuera de sus prestigiosos muros por falta, precisamente, de recursos.