Las condiciones clínicas del Santo Padre están mejorando ligeramente, informó en un escueto comunicado la Santa Sede. Se encuentra afebril y sus parámetros hemodinámicos permanecen estables. Esta mañana recibió la Eucaristía y luego se dedicó a sus actividades laborales.
Según trascendió el Papa tiene algunos brotes de neumonía, sigue respirando por sí solo, su corazón sigue bien. En su séptimo día de internación en el Policlínico Gemelli, “continúa con su tratamiento y también con su trabajo”, nos dicen fuentes en Roma.
Es cierto que ha habido preocupación por la salud del Papa Bergoglio, sobre todo cuando se supo que padecía el síndrome de neumonía bilateral ya que en una persona con un solo pulmón a la que en el pasado se le extirpó un lóbulo, evidentemente representa una situación bastante difícil de superar.
El Papa anteriormente tuvo la dificultad con una rodilla lo que le obligó a cambiar y utilizar una silla de ruedas además de un bastón. En una ocasión, tuvo aquella famosa frase según la cual se gobierna con el cerebro, y no con la rodilla.
Por lo pronto, en la agenda del Papa todavía se encuentra el viaje a Nicea, Turquía, el 24 de mayo. Turquía se compromete a acoger al Santo Padre de manera extraordinaria y generosa, se ha dicho.