Vecinos del rumbo de la calle 67 con 32 y 34 del centro de Mérida pensaban que el canadiense que vivía por el rumbo desde hace años había regresado a su país, pero resultó que estaba muerto dentro de su casa.
El canadiense tenía ya más de dos años que nadie lo veía. No sabía nada de él. Pero hoy al parecer un pariente que llegó a visitarlo al entrar a la casa se encontró con la calavera de el del difunto canadiense quién al parecer se cayó en su baño y allí falleció.
Según se supo solo huesos se encontraban en el lugar de los hechos.
La casa fue acordonada por elementos de la policía estatal al igual que la elementos de la Policía Estatal de Investigación para que la fiscalía hiciera su trabajo de investigación y el deslinde de responsabilidades; los huesos fueron llevados por el servicio médico forense.



