A 16 meses del cierre de Mayapán, el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, regresó a Telchaquillo, comisaría de Tecoh, donde sostuvo una reunión con un reducido grupo de pobladores y ejidatario, sin llegar a un acuerdo para la pronta reapertura de la zona arqueológica.
En un escueto boletín de prensa, pues en ningún momento se informó del evento efectuado el pasado martes 11, se mencionó que “el INAH reafirma su compromiso con la comunidad para concretar un acuerdo de colaboración”, pero sin especificar el acuerdo tomado en los bajos de la comisaría del municipio de Tecoh.
Incluso, los integrantes de la Comunidad de Telchaquillo, denunciaron que en ningún momento fueron convocados y que Prieto Hernández “proyectó de forma ilegible un supuesto nuevo convenio del que nuevamente no dejaron copia a la comunidad a pesar de que le fue solicitada al jurídico del INAH”.
De acuerdo con la dependencia federal, “se convocó a la comunidad y ejidatarios a una reunión informativa en la que, con un diálogo respetuoso y constructivo, participaron tanto el INAH, como autoridades de las secretarías de Gobernación y de Turismo de esta entidad”.


También se mencionó que “se presentó la propuesta de convenio de colaboración que recopila las diversas demandas manifestadas por la comunidad. Se informó también sobre avances en los acuerdos tomados con anterioridad, como el apoyo del gobierno del estado, para ofrecer productos turísticos a los visitantes de la Zona Arqueológica de Mayapán, de manera que pueda generarse una mayor derrama económica en beneficio de Telchaquillo”.
Asimismo, se destacó la importancia de continuar con el diálogo y el trabajo conjunto, con el objetivo de asegurar la conservación del patrimonio cultural de la nación, así como contribuir en proyectos comunitarios.
La contraparte
La Comunidad de Telchaquillo expresó que a pesar del proceso en litigio ante el Tribunal Unitario Agrario (TUA) número 034, “Prieto Hernández insiste en intentar manipular a la población con supuestos ofrecimientos sin dejar nada por escrito”.
La Comunidad planteó un mecanismo sencillo y eficaz para alcanzar un acuerdo: que cualquier propuesta sea presentada por escrito ante el TUA-34.

