Una fortuna de 4,200 millones de pesos pasó por las manos de la ex titular de Sefotur (Secretaría de Fomento Turístico de Yucatán), Michelle Fridman Hirsch, quien manejó discrecionalmente dicha cantidad a través de diversos fideicomisos supuestamente turísticos con el objetivo, presunto, de impulsar la actividad turística en Yucatán. Lo que en realidad no sucedió, como hemos venido mencionando desde el año pasado.
Según trascendidos, la Fiscalía Estatal Anticorrupción también estaría investigando el retiro de 28.1 millones de pesos de los fondos de Sefotur en los últimos días de la administración de Michelle Fridman y del gobierno de Mauricio Vila. En dichas fechas, Fridman simplemente desapareció de su oficina y de Yucatán, así como dicho dinero.
Según información aún no oficial los 28 millones y fracción habrían sido transferidos a cuentas en la Ciudad de México, a nombre de una de sus colaboradoras más cercanas, lo que indudablemente es un delito que debería ser perseguido de oficio y sobre el cual no se ha expresado hasta ahora el nuevo titular de la Sefotur, Dario Flota Ocampo.
Si el caso es judicializado, Michelle Fridman, hoy flamante secretaria de turismo del nuevo gobierno de Movimiento Ciudadano en Jalisco, tendría que comparecer en Yucatán. Lo cual ya debería de haber sucedido, porque no es suficiente con decir, usted disculpe, aquí tiene su lana, en el dado caso de la que devuelva después de haberla jineteado por más de 8 meses.
De ser investigada, la funcionaria podría verse obligada a separarse de su cargo en Jalisco para enfrentar el proceso legal. Mientras tanto, las investigaciones continúan y el gobierno morenista de Yucatán parece decidido a esclarecer el destino de los recursos públicos, según dicen extra oficialmente.