Según CNN, el anuncio del plazo de dos semanas por parte de la administración Trump fue parte de un juego de engaño destinado a mantener al gobierno de Teherán en la oscuridad sobre los preparativos de guerra por parte de Washington.
Se espera que Washington lance una campaña de bombardeos masivos y coordinados contra Irán y Yemen, utilizando todas las fuerzas posibles desplegadas en la región. La primera ola de ataques comenzaría sin previo aviso, con bombarderos y fuerzas navales destruyendo cualquier capacidad de represalia iraní. El estado de Israel también se sumará a los ataques, proporcionando escolta de cazas.