La presidenta Claudia Sheinbaum dijo en su conferencia Mañanera que la decisión de liberar a Israel Vallarta fue de una jueza, no del gobierno que encabeza, y que fue liberado aplicando criterios similares a los del caso de la ciudadana francesa Florence Cassez, quien fue excarcelada hace muchos años por presiones del gobierno francés. Según la versión oficial que sustentó la acusación original contra Vallarta, Los Zodiaco era una supuesta organización criminal dedicada al secuestro en el Valle de México que Israel Vallarta y su hermano Mario lideraban; ambos fueron responsabilizados de varios secuestros.
Sin embargo, como se sabe, el viernes 01 de agosto de 2025, Israel Vallarta salió de prisión tras casi 20 años encarcelado, luego de ser absuelto de sentencia por parte de una jueza del Estado de México. Permaneció preso desde 2005 con la acusación, nunca demostrada, de pertenecer la banda de secuestradores conocida como Los Zodiaco. Cabe señalar, como publicamos hace años que, en el caso Vallarta-Florence Cassez, se habló de Eduardo Cuauhtémoc Margolis Sobol, empresario judío de 57 años y presunto exmiembro de los servicios de inteligencia de Israel (el Mossad), a quien se le achacó la detención de ambos como parte de una “venganza” por unos negocios que perjudicaron a dicho empresario presuntamente. Eduardo Cuauhtémoc Margolis Sobol, es identificado como empresario especializado en tecnologías de Inteligencia y proveedor del gobierno de la Ciudad de México en Seguridad privada, entre otros.
Eduardo Cuauhtémoc Margolis Sobol, descrito como un empresario mexicano y asesor de seguridad de la comunidad judía en México “fue señalado de participar directamente en actos de tortura física y psicológica contra Israel Vallarta Cisneros, según consta en un dictamen pericial de 205 páginas que fue judicializado en 2017 como prueba de tortura. El documento, elaborado entre 2015 y 2016 por los peritos en derechos humanos Adrián Ramírez López y María Isabel Mazo Duarte, detalla una serie de vejaciones, agresiones sexuales, amenazas de muerte, y tratos crueles que, aseguran, dejaron secuelas severas y duraderas en la salud física y mental de Vallarta”, como recuerda Los Angeles Press, que puntualiza que Israel Vallarta identificó a Margolis en múltiples momentos.


De hecho, ahora se sabe que Vallarta fue sometido a métodos de tortura prolongados, algunos con una duración de hasta 10 horas, en los que no sólo participaron agentes de la extinta Policía Federal, sino también civiles identificados, entre ellos el propio Margolis. Vallarta en su testimonio pericial, reconoció al empresario como una de las figuras clave detrás del montaje mediático y la fabricación del caso Cassez-Vallarta. La agresión en la SIEDO (Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada) fue descrita por los peritos en derechos humanos como: “golpes en cuello, cabeza, tórax para “sacar el aire” y otras partes del cuerpo, bofetadas, patadas en las espinillas, puños en la cabeza. Atadura, presión, inmovilización y golpes en dedos de la mano derecha para forzar impresión de su huella en documentos. Privación de agua, alimento, sueño y servicios sanitarios. Insultos, humillaciones. Golpes propinados por personas vestidas de civil aparentemente ajenas a la PGR. Amenazas de muerte contra el examinado y sus familiares con frases como “los va a cargar la chingada”, “tengo la consigna de darte en la madre”. Presencia de golpes a su “mujer amada” .




El 8 de diciembre de 2005, Vallarta fue detenido junto a su entonces pareja, la ciudadana francesa Florence Cassez, durante un supuesto “operativo realizado por la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI)“, bajo el mando de Genaro García Luna: con vehículos sin logos, sin placas, con personal con el rostro cubierto, Vallarta fue sometido, golpeado, torturado y llevado a un edificio donde las torturas adoptaron el cariz de prácticas y métodos de tortura de servicios secretos.
Desde entonces, Vallarta pasó casi 20 años en prisión preventiva sin recibir una sentencia, en un proceso marcado por acusaciones de tortura, montaje mediático, y múltiples violaciones al debido proceso.
Cassez fue liberada en 2013 tras demostrarse violaciones procesales mientras que el mexicano Israel Vallarta pasó casi 20 años preso en espera de una sentencia que llegó la noche del jueves en un fallo absolutorio.