Eduardo Lliteras Sentíes.- Mientras Ucrania se desangra y en el frente mueren diario hombres y mujeres también de Rusia y de otras naciones de la OTAN involucradas en el conflicto con mercenarios, el presupuesto militar en el mundo y en particular en Europa, no cesa de crecer. Y por lo que se prevé seguirá así al menos en la próxima década. En lugar de que los gobiernos invirtieran en combatir el cambio climático, la pobreza, la desigualdad, el esfuerzo presupuestal dedicado a la acumulación de armas no hace sino presagiar más conflictos y destrucción, con graves consecuencias en materia ecológica y humana. La hipocresía de las potencias queda más que evidenciada.
En efecto. El gasto militar en Europa ha aumentado más rápido que en cualquier otro lugar del mundo. El gasto militar en Europa experimentó su mayor aumento interanual en al menos 30 años. Los tres países que más gastaron en 2022 (Estados Unidos, China y Rusia) representaron el 56 % del total mundial, según nuevos datos sobre el gasto militar mundial publicados por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) recientemente.
De tal manera, los negocios armamentísticos van viento en popa para la industria militar alrededor del mundo. La Unión Europea, impulsada por el lobby de la industria armamentista, aumentó su presupuesto militar en un 183% el año pasado. Alemania está a punto de firmar el acuerdo de armas más grande en la historia de Israel dice el diario Israelí Haaretz, el que afirma, citando fuentes diplomáticas, que esto es solo el comienzo.
Haaretz explica que Alemania e Israel están avanzando en el acuerdo de exportación de defensa israelí más grande de la historia. Por su lado, Finlandia se convierte en el primer país europeo en adquirir el sistema de defensa aérea David’s Sling de Israel; Elbit Systems obtiene un contrato de 305 millones de dólares con los Países Bajos; Estonia está comprando drones israelíes en un acuerdo por valor de más de 100 millones de euros, añade Haaretz.
Además, mientras se cierran las fronteras para los inmigrantes de África o Medio Oriente donde tienen lugar guerras (como en Sudán o Yemen) que casi no tienen eco en medios occidentales, el gasto militar de los estados de Europa central y occidental totalizó 345 mil millones en 2022. En términos reales, el gasto de estos estados superó por primera vez al de 1989, cuando la guerra fría estaba terminando, y fue un 30 % más alto que en 2013. Varios de los gobiernos europeos aumentaron significativamente su gasto militar luego de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, mientras que otros anunciaron planes para aumentar los niveles de gasto durante períodos de hasta una década.
Algunos de los aumentos más pronunciados se observaron en Finlandia (+36 %), Lituania (+27 %), Suecia (+12 %) y Polonia (+11 %), según datos publicados en medios del Viejo Continente.
Asimismo, según cable de la agencia francesa AFP, las potencias nucleares del mundo, y China en particular, aumentaron la inversión en sus arsenales por tercer año consecutivo en 2022 en medio de crecientes tensiones geopolíticas, que han llegado al extremo de temerse el estallido de otro conflicto entre China y Estados Unidos y sus aliados. El acuerdo llamado por sus siglas AUKUS entre Australia, Estados Unidos y el Reino Unido hará que Canberra desembolse miles de millones de dólares durante las próximas tres décadas para adquirir una flota de submarinos nucleares.
“AUKUS señala una mayor militarización al unir a Australia a las redes de las bases militares estadounidenses en el Pacífico norte y está desencadenando una carrera armamentista al acercar la guerra mucho más a casa”, denunciaron líderes regionales que expresaron su extrema preocupación por la escalada bélica australiana bajo la tutela anglo-estadounidense y cuestionaron que ni una décima parte del dinero destinado al mencionado proyecto militar sea dirigido a combatir el cambio climático.
Por ejemplo, el primer ministro de Camboya dijo que la alianza militar anti-China liderada por Estados Unidos con Australia y el Reino Unido, AUKUS, es el “punto de partida de una carrera armamentista muy peligrosa”. Hizo hincapié en que el sudeste asiático debe seguir siendo una “zona libre de armas nucleares”.
Sin embargo, los nueve estados con armas nucleares del mundo gastaron conjuntamente $ 82.9 mil millones en sus arsenales el año pasado, y Estados Unidos representó más de la mitad de eso, según un nuevo informe de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN), según datos de la agencia AFP.
La realidad, como señala SIPRI, el gasto militar mundial aumentó un 3,7 % en términos reales en 2022, para alcanzar un récord de 2240 000 millones de dólares. El gasto mundial creció un 19 % durante la década 2013-22 y ha aumentado todos los años desde 2015. La invasión rusa de Ucrania fue un factor importante del crecimiento del gasto en 2022. El gasto militar en Europa aumentó un 13 % durante el año. que fue el mayor aumento anual en el gasto europeo total en la era posterior a la guerra fría. El crecimiento excepcional se debió en gran medida a aumentos sustanciales en el gasto de Rusia y Ucrania, pero muchos otros países europeos aumentaron sus presupuestos militares en 2022. Los aumentos de gasto en partes de Asia y Oceanía también contribuyeron al crecimiento mundial en 2022.
Al mismo tiempo, activistas en todo el mundo piden la abolición de las fronteras, una reducción de los presupuestos militares e inversiones en políticas públicas que realmente hagan que las personas estén más seguras.
Y señalan que la Unión Europea (UE) ha utilizado la guerra en Ucrania para expandir su mortífero régimen fronterizo en Europa del Este, redoblando sus esfuerzos para mantener alejados a quienes huyen de otras guerras y conflictos en el mundo que no sea Ucrania. Además, puntualizan, Ucrania, que ha actuado como guardia fronterizo de la UE durante casi dos décadas, ha seguido desempeñando este papel incluso mientras continúa la guerra.
La realidad es que desde mediados de la década de 2000, la UE ha financiado la construcción de centros de detención ubicados en las profundidades del territorio ucraniano donde se ha recluido a quienes se dirigían a la UE o eran deportados de ella. Hablamos de personas procedentes de África subsahariana, sirios, afganos, iraquíes. Países en los que la UE y la OTAN han sembrado guerras, militarizado los conflictos.