Poco antes de la anunciada ofensiva sobre la ciudad de Gaza, el ejército de Israel asesinó al equipo completo de la cadena Al Jazeera en la zona: dos reporteros y dos camarógrafos. Murieron en un ataque directo contra la carpa en la que residían, situada junto al hospital Al-Shifa.
Entre las víctimas se cuenta Anas Al-Sharif, uno de los periodistas más conocidos de Gaza, quien recientemente denunció ante las cámaras la hambruna que sufre la población. Tenía 28 años y se había convertido en una fuente clave de información para el mundo.
El Comité para la Protección de los Periodistas ya había alertado de su preocupación por la seguridad de Al-Sharif, señalando que estaba siendo blanco de una campaña de desprestigio militar israelí que “podría ser el anticipo de su asesinato”.
La cadena de medios Al Jazeera condenó el asesinato selectivo de sus corresponsales Anas Al Sharif y Mohammeel Qraiqea, junto con los fotógrafos Ibrahim Al Thaher y Mohamed Nofal, por parte de las fuerzas israelíes.
CONDENA
Amnistía condena enérgicamente el asesinato deliberado de periodistas por parte de Israel en un ataque aéreo contra una carpa de prensa en la ciudad de Gaza ocupada.
Anas al-Sharif y sus colegas han sido los ojos y las voces de Gaza. Muertos de hambre y exhaustos, continuaron informando con valentía desde el frente, a pesar de las amenazas de muerte y el inmenso dolor.
Ningún conflicto en la historia moderna ha visto un mayor número de periodistas asesinados que el genocidio israelí contra los palestinos en la Franja de Gaza.
Debe llevarse a cabo una investigación independiente e imparcial sobre los asesinatos de periodistas palestinos, con justicia y reparación integral para sus familias. Los Estados deben actuar urgentemente para poner fin al genocidio israelí ya.



