Redacción.- Sin mayor explicación, el gobierno federal dio a conocer que Santiago Nieto Castillo deja la Unidad de Inteligencia Financiera y en su lugar fue designado Pablo Gómez Álvarez. Evidentemente se trata de una orden del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien viajó a Nueva York para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas y quien reprobó el escándalo que rodeó la boda de Nieto Castillo hace unos días en Guatemala.
La destitución fulminante de Santiago Nieto tuvo lugar luego de su boda en Guatemala y del escándalo protagonizado por la ahora también ex secretaria de Turismo de la Ciudad de México, Paola Félix Díaz, quien fue detenida en Guatemala, en donde fue invitada a la boda de Santiago Nieto Castillo y Carla Humphrey, al tratar de introducir 35 mil dólares de forma ilegal en un jet privado.
Invitada a la boda de Carla Humphrey, consejera del INE, y de Santiago Nieto Castillo, el ahora ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF). Por su parte, Paola Félix fue destituida de inmediato por la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheimbaun.
Más de 300 invitados brindaron con los novios alzando copas con champán Moet Chandon, según se supo después.
Paola Félix fue detenida por autoridades de Guatemala luego de viajó en el jet privado de Juan Francisco Ealy, presidente de El Universal, y Alejandro Gou, productor de teatro y proveedor del gobierno capitalino.
Los pasajeros de la aeronave fueron retenidos por cinco horas el pasado viernes por la tarde en el aeropuerto La Aurora de Guatemala porque agentes policiacos encontraron 35 mil dólares en efectivo distribuidos en 7 sobres blancos que no habían sido declarados para su ingreso.
Cabe señalar que la recién estrenada gobernadora de Campeche, Layda Sansores, también viajó a Guatemala y fue quien intercedió por los detenidos a través de su esposo, embajador de México en ese país, Romeo Ruiz Armenta.
El dinero, que fue reclamado como propiedad de Ealy para gastos médicos, fue incautado, pero los pasajeros quedaron libres gracias a la intercesión del embajador y pudieron participar en todas las actividades que enmarcaron la boda de Nieto y Humphrey.