Redacción / Fotos: Agencia Telam.- "Quisiera hacer un llamamiento a quienes tienen responsabilidades políticas para que hagan un serio examen de conciencia ante Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra; que es Padre de todos, no solo de algunos; que nos quiere hermanos y no enemigos", dijo el Papa Francisco.
“Invito a todos a hacer del próximo 2 de marzo, miércoles de ceniza, una Jornada de ayuno por la paz: que los creyentes se dediquen intensamente a la oración y al ayuno. ¡Y que la Reina de la paz preserve al mundo de la locura de la guerra!”
Ayer por la mañana, poco después de cancelar el viaje previsto para el domingo a Florencia y las celebraciones del Miércoles de Ceniza (2 de marzo) debido a un dolor agudo en la rodilla, el Papa ingresó en la embajada rusa ante la Santa Sede. Todo ello acompañado de un breve vídeo que muestra el pequeño coche con el Papa a bordo frente a la sede diplomática en Moscú. Se trata de un hecho inédito: habitualmente los embajadores son convocados (por la Secretaría de Estado), no es el Papa quien sale de casa para “buscar” al representante diplomático de un estado extranjero. Es un paso significativo, que indica la "presencia" pública y manifiesta de la Santa Sede sobre el terreno. Si no para mediar, al menos para expresar preocupación por lo que está pasando en Ucrania. La reunión con el embajador Aleksandr Avdeyev duró más de media hora (cuarenta minutos, según fuentes rusas), según confirmó la Oficina de Prensa del Vaticano, que no entró en detalles, detallan diarios italianos.