Redacción.- Tras décadas de perseguir a quienes buscaron combatir los abusos sexuales cometidos en su seno, los Legionarios de Cristo piden “perdón a las víctimas, a sus familias, a la Iglesia y la sociedad por el grave daño que miembros de nuestra Congregación han causado”. A través de un documento llamado “Radiografía de ocho décadas para erradicar el abuso” la Legión de Cristo ahora busca limpiar su imagen.
La Legión de Cristo reconoce, luego esconder sistemáticamente los abusos sexuales cometidos por su fundador, Marcial Maciel y otros curas que desde 1941 hasta la actualidad 175 menores fueron víctimas de abusos sexuales.
Dichos abusos, reconocen ahora, fueron cometidos por 33 sacerdotes de la congregación. Este número incluye los, al menos, 60 menores abusados por el mexicano Marcial Maciel.
Según su “informe” de esos 33 sacerdotes, seis han fallecido, ocho dejaron el sacerdocio y 18 siguen en la congregación, pero apartados del trato pastoral con menores, cuatro con restricciones al ministerio y un plan de seguridad y 14 obligados a no ejercer el ministerio sacerdotal público.
Asimismo, según el reporte, entre los sacerdotes que abusaron, 14 a su vez habrían sido víctimas de un abuso en la congregación.
El documento de la Legión es el primer reporte histórico en el que los Legionarios de Cristo han reconocido la magnitud del problema al interior de esa organización religiosa, señalada por los abusos sexuales de su fundador y de otros miembros de la Legión desde su fundación.
Como se sabe, Marcial Maciel falleció en 2008 luego de décadas de denuncias de pederastia. Tras su muerte se conoció que era el padre de al menos 4 hijos con varias mujeres a las que engañó sistemáticamente.
Diversas víctimas acusaron públicamente a Maciel antes de su muerte, la mayoría hombres que pasaron por el seminario de la Legión de Cristo desde la década de 1940 hasta la década de 1960, sin embargo dicha institución religiosa maniobró a través de sus poderosas influencias para aplastar a las víctimas y a quienes los denunciaron, incluyendo periodistas.
Maciel, fiel a su trayectoria de mentiras, siempre rechazó las acusaciones vehementemente: “Nunca me involucré en el tipo de comportamiento repulsivo del que me acusan estos hombres”, dijo en 2002.