Muchas empresas y académicos italianos están pidiendo al gobierno en estos días que vuelva a abrir las fábricas para evitar una catástrofe económica en el país de la bota. El tema, evidentemente, no es exclusivo de Italia, y en las próximas semanas se tornará un debate alrededor del mundo y en el seno de los países bajo cuarentena, de resultados inciertos, pero ciertamente abrirá profundas grietas que amenazan la gobernabilidad como ya comienza a vislumbrarse en México, con la fractura entre el gobierno federal y una parte del sector patronal empeñado en un plan de rescate a su medida, bajo la amenaza de millones de despidos y quiebras. Expertos estiman que los sectores más expuestos a los efectos negativos del COVID19 y a la pérdida de empleos incluyen los servicios de hospedaje y restauración, la manufactura, el comercio minorista y las actividades empresariales y administrativas. Estamos ante una catástrofe económica que provocará un importante aumento del desempleo y, en consecuencia, de la inestabilidad social.
El tema no es menor. Mientras la pandemia continúa causando estragos en Europa, con el trasfondo de la saturación de los sistemas de salud occidentales –debilitados durante décadas de políticas neoliberales- la crisis económica y social, amenaza generar un terremoto político de resultados inciertos.
Por lo pronto, como señala la agencia Reuters, todo el mundo mira a Italia, precisamente, a la espera de saber qué va a hacer, cuándo y cómo va a levantar la cuarentena y arrancar de nuevo la economía, por ser el primer país occidental que impuso el encierro ciudadano y la paralización de la vida productiva y social, para comprender qué estrategia adoptará para salir de la crisis sin precedentes desencadenada por el nuevo coronavirus.
La pregunta, a nivel mundial, dice Reuters, es la misma: ¿cuánto tiempo pueden durar las restricciones pandémicas y qué tan severas pueden ser antes de causar daños irreparables a las actividades de producción y empleos en las economías de los paíse?. ¿Cuándo se va a echar a andar la economía de nuevo?
Estas son preguntas válidas también a nivel local, regional o estatal. Es decir, preguntas que debemos comenzar a hacernos en Yucatán con seriedad y que desde el inicio de las primeras restricciones comenzaron a plantear algunos empresarios yucatecos, al señalar que había que levantar la cuarentena pronto, ya que no se pueden paralizar las actividades productivas por tanto tiempo. De lo contrario, el costo de la parálisis, será más alto que la misma pandemia, señalaban.
Pero regresando al caso italiano, dice Reuters que “Italia tiene que resolver estos dilemas en breve, no solo porque ha adoptado medidas restrictivas draconianas antes que los demás países”, sino porque cuenta con el mayor número de víctimas de COVID-19 en el mundo, mientras la crisis no se frena, a pesar de algunos signos de que se está llegando al pico de contagios.
Hay un tema crucial en Italia, ya que el virus ha afectado principalmente a las regiones del norte, como Lombardía, que generan un tercio de la producción nacional y que son la locomotora industrial y financiera del país europeo.
El principal sindicato patronal y sus agrupaciones regionales, la “Confindustria” (Confederación General de la Industria Italiana) de Lombardía, Emilia Romagna, Piemonte y Veneto, han firmado un carta pidiendo la reapertura de las empresas y la defensa de los puestos de trabajo. Si las cuatro regiones principales del norte de Italia, que representan el 45% del PIB italiano, no echan a arrancar sus economías en el “corto plazo”, el país corre el riesgo de apagar definitivamente su motor económico y con cada día que pasa, crece el riesgo adicional de no poder volver a ponerlo en marcha y en camino, advierten.
Asimismo, unos 150 académicos italianos han publicado una carta en el diario “il Sole 24 Ore”, el periódico de la Confindustria, pidiendo al gobierno que desbloquee la economía, que termine con la cuarentena de inmediato.
“Está claro que no se puede imaginar mantener el país bloqueado durante meses porque las consecuencias sociales y económicas correrían el riesgo de producir daños irreversibles, probablemente más graves que los causados por el virus en sí”, dice la carta.
Como se recordará, el gobierno italiano impuso un bloqueo nacional el 9 de marzo, después de que el coronavirus, ya había matado a más de 460 personas. Dos semanas después, el primer ministro Giuseppe Conte anunció el cierre hasta el 3 de abril de actividades no esenciales, incluida la producción de automóviles, ropa y muebles.
El número de muertos ha aumentado constantemente y ahora ha superado el umbral de las 17,000 muertes. La semana pasada, el gobierno extendió las restricciones hasta el 13 de abril y la expectativa general es que estas medidas se mantendrán hasta después del puente del 1 de mayo.