Redacción / Didier Madera.- Actualmente, de cada cuatro víctimas del ciberacoso sólo una logra identificar a la persona que los asedia, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al destacar que el problema es más notable en Campeche, seguido de Yucatán.
Desafortunadamente, durante 2019, cerca de la mitad de los afectados ignora totalmente quien los acosa.
Yucatán es uno Estados del país en los cuales se cuenta con la normatividad para sancionar a quien intimide y asedie a cualquier persona por medio de las Tecnologías de la Información y Comunicación, como redes sociales, mensajería instantánea, correo electrónico o cualquier otro medio digital; mediante el envío de mensajes de texto, videos, impresiones gráficas, sonoras o fotográficas.
El pasado 4 de marzo, el Congreso aprobó reformas al Código Penal del Estado para tipificar el delito de ciberacoso que se sancionará de seis meses a tres años de prisión, y multa económica de 50 a 200 días, aunque la pena aumentará cuando el delito sea cometido en contra de menores de edad.
De acuerdo con el Inegi, del 1 de julio al 23 de agosto de 2019 se levantó el Módulo sobre Ciberacoso (Mociba) 2019, cuyo objetivo es generar información estadística para conocer la prevalencia de ciberacoso entre las personas de 12 años y más (usuarias de Internet en cualquier dispositivo), el tipo de situación de ciberacoso vivida y su caracterización.
Explicó que el Mociba 2019 busca establecer la identidad y sexo de la persona que llevó a cabo el ciberacoso, su intensidad y el impacto causado en la víctima.
Asimismo, incluye el porcentaje de población que declaró ser víctima de ciberacoso por rango de edad y nivel de escolaridad, las acciones tomadas contra el ciberacoso experimentado y las medidas de seguridad que realizó la población usuaria de Internet para proteger su información y equipos.
Estableció que ciberacoso o acoso cibernético se refiere a la situación en que una persona es expuesta, repetidamente y de forma prolongada en el tiempo a acciones negativas con la intención de causar, o tratar de causar, daño o molestias, por parte de una o más personas usando medios electrónicos tales como el teléfono celular e Internet.
En México, 16 de cada 100 personas usuarias de Internet, entre los 12 y 59 años de edad, han sido víctimas de ciberacoso, sin que exista algún castigo para los delincuentes por la falta de denuncias y de regulación en la materia.
El estudio realizado sobre el Mociba, reveló que por entidad federativa, la mayor prevalencia de ciberacoso se registró en Tabasco, con el 22.1 por ciento, seguido de Veracruz, Zacatecas, Guanajuato, Aguascalientes e Hidalgo.
En la Península de Yucatán, Campeche ocupa el primer lugar, con el 21.5 por ciento, seguido de Yucatán, con el 19.2 por ciento, y Quintana Roo, con el 16.6 porcentual.
Principales resultados
En México, la población de 12 y más años estimada por la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de la Información en los Hogares (Endutih) 2019 es de 101.5 millones de personas.
De ese total, 72.9 por ciento utilizó Internet en cualquier dispositivo en los últimos tres meses.
Asimismo, de la población usuaria de Internet, el 23.9 por ciento declaró que vivió, en los doce meses previos al levantamiento del Mociba 2019, alguna situación de acoso cibernético por las que se indagó, siendo ligeramente mayor para mujeres, el 24.2 por ciento, que para los hombres, el 23.5 porcentual.
Los adolescentes y jóvenes son los más expuestos: el 28.1 por ciento de los hombres de 12 a 19 años y el 36.4 porcentual de las mujeres de 20 a 29 años, quienes señalaron haber vivido algún tipo de ciberacoso.
Tanto hombres como mujeres que vivieron alguna situación de ciberacoso en los últimos doce meses utilizaron Internet en promedio más de una hora adicional en relación con aquellos que no vivieron ciberacoso.
Las situaciones experimentadas con mayor frecuencia por parte de la población de mujeres que ha vivido ciberacoso fueron: recibir insinuaciones o propuestas sexuales, el 40.3 por ciento, contacto mediante identidades falsas, el 35.3 por ciento, y recibir mensajes ofensivos, el 33.9 porcentual.
Mientras que para la población de hombres que han vivido ciberacoso fueron: recibir mensajes ofensivos, el 33 por ciento, contacto mediante identidades falsas, el 31.6 por ciento, y recibir llamadas ofensivas, el 24.9 porcentual.
Según el estudio, el 53.4 por ciento de los casos de ciberacoso no se identificó a las personas acosadoras, en el 25.5 por ciento se logró detectar solo a personas conocidas, mientras que en el 21 porcentual se identificó tanto a personas conocidas como a desconocidas.
Cuando se logró identificar al menos a un acosador, se identificó a personas con las cuales no existía una relación cercana, es decir, el 20.5 por ciento fueron individuos conocidas de poco trato o solo de vista; el 16.6 por ciento eran personas cercanas o en quien se pudiera confiar, tales como amigos(as); el 10.4 por ciento eran compañeros(as) de clase o trabajo; el 7.7 por ciento era el exnovio(a) o expareja y, finalmente, el 4.3 porcentual eran familiares.
El efecto principal que ocasionan las situaciones de ciberacoso tanto a mujeres como a hombres es el enojo, con el 78.7 por ciento y el 63.2 porcentual, respectivamente.
De igual forma está la sensación de desconfianza, con el 36.8 por ciento y el 35 porcentual para mujeres y hombres, respectivamente.
Finalmente, acuerdo con los resultados, se identifica que la acción tomada con mayor frecuencia ante el ciberacoso es bloquear a la persona, cuenta o página, el 69.2 por ciento en el caso de las mujeres y el 49.1 por ciento de los hombres.
En segundo término está el ignorar o no contestar, en el 26.6 por ciento en el caso de las mujeres y el 39.4 de los hombres.