Redacción / Didier Madera Alpuche .- La ampliación de la empresa cementera Holcim Apasco deteriorará de manera acelerada la salud de los pobladores de Umán, advirtieron los vecinos de este municipio conurbado, quienes lamentaron la indiferencia de los alcaldes, a lo largo de poco más de un década.
Por ende, no es la acepción la actual desidia del presidente municipal Freddy Ruz Guzmán ante el problema de contaminación que se prevé en la población.
A pesar de las querellas interpuestas ante el Ayuntamiento de Umán, hasta el momento no hay una respuesta, por lo que se sienten angustiados y preocupados por la salud de las futuras generaciones.
Entre los afectados está Manuel Poot Hernández, quien afirmó que desde hace más de 11 años, a los respectivos presidentes municipales se les ha expuesto la problemática y ninguno ha dado una solución.
“Los presidentes municipales hacen caso omiso a las solicitudes enviadas por los pobladores, quienes han permitido que siga funcionando la planta cementera, a pesar que se deteriora la salud de los pobladores”, acotó.
Por su parte, Maximiliano Herrera Canché mencionó que a poco más de una década de la instalación de dicha empresa, se dispararon los problemas de salud de los vecinos de Umán.
Añadió que ahora, “con la ampliación de la cementera, el problema aumentará mucho más pero eso no lo ven ni el presidente municipal de Umán ni las autoridades estatales y federales”.
“Estas grandes industrias provocan severos daños a la salud, tan sólo los hornos de producción de cemento requieren de una enorme cantidad de energía para conseguir temperaturas superiores a los dos mil grados centígrados y expulsa todo tipo de emisiones como partículas de polvo, gases como dióxido de azufre, óxido de nitrógeno, monóxido y dióxido de carbono”, subrayó.
De igual forma, también genera cloruros, fluoruros, compuestos orgánicos tóxicos y metales pesados.
La emanación de sustancias tóxicas ha provocado un aumento de problemas respiratorios entre los vecinos de éste municipio.
Abundó que actualmente son numerosas las familias que viven colindantes con la planta cementera, ahora pretenden instalarse en una zona que desde hace mucho tiempo está rebasada por las viviendas, siendo para las autoridades municipales más importante la industria que la salud de los pobladores.
La industria del cemento debe reducir considerablemente su impacto ambiental, principalmente con el funcionamiento de nuevos hornos que mejoran la eficiencia energética, el aprovechamiento del material, el reciclado, y la gestión de los residuos, para lo cual se debe de aprovechar el avance tecnológico y las mejoras para proteger la naturaleza y la salud humana.
De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), de 2003 a enero de 2016, Cementos de México (Cemex) tenía 37 quejas y se le acusó de contaminación de suelos, del aire, ruido y de la quema de basura para generar sus productos en diversas partes del país, tal el caso de Guerrero, Baja California Sur, Nuevo León, Jalisco, e Hidalgo.
Además, Profepa impuso 44 multas, de las cuales, 23 fueron referentes a Cemex, las restantes se vincularon a otras compañías como Mexalit, Cementos Apasco, Cementos Moctezuma, entre otras.