Redacción / Con información de Didier Madera.- El Instituto Nacional de las Bellas Artes (INBA) autorizó la demolición de la antigua estación de ferrocarril de Maxcanú, para la cual se utilizó maquinaria pesada.
Al menos en Yucatán, el Tren Maya se convierte en motivo de polémica entre especialistas del INBA y los del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la cual estalló la semana pasada, luego de tal obra.
En días pasados, funcionarios del INBA autorizaron al Fondo Nacional de Fomento Turístico (Sefotur) la destrucción del inmueble, con una antigüedad de cerca de seis décadas, sin una consulta previa a los especialistas del INAH, bajo el argumento de que el edificio fue construido en el siglo XX.
De acuerdo con la información proporcionada por el INAH Yucatán, la estación tenía “valor como parte de la historia contemporánea de Yucatán, pero sobre todo, poseía un valor artístico”.
El edificio es de estilo funcionalista construido entre 1955 a 1965 era uno de los vestigios de la infraestructura ferroviaria del siglo XX.
Asimismo, el edificio formaba parte del patrimonio ferrocarrilero de la Secretaria de Cultura Federal y protegido por el Instituto Nacional de las Bellas Artes (INBA), pero fue éste último quien autorizó la demolición.
La construcción del edificio constaba de un nivel realizada con mampostería y concreto armado, constaba de una bahía de descarga, una garita, dos salas de espera, sanitarios y un área de almacén y oficina.
Con el empleo de maquinaria pesada, se demolió el inmueble en el transcurso de la semana pasada, como parte de la labor que se efectúa en el tramo Calkiní-Izamal.
El tramo 3 Golfo tiene una extensión de 172 kilómetros de largo, que irá desde Calkiní hasta Izamal, cuyos trabajos los realizará la empresa GAMI Ingeniería e Instalaciones, con una inversión de poco más de 10 mil 192 millones de pesos.