Redacción.- Solo en los diez primeros días del mes se han contabilizado más de 10.000 incendios en la Amazonía brasileña. Una cifra muy preocupante para los expertos. Los incendios en la Amazonía brasileña aumentaron un 28 % en julio frente al mismo mes de 2019 y amenazan con expandirse en los próximo meses. Desde que el presidente Jair Bolsonaro asumió el cargo en 2019, la deforestación ha ido en aumento.
Existen más fuegos que nunca en la última década. La sequía, la pandemia y la gestión del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que niega estos fuegos, son las principales amenazas para la selva.
La destrucción de la Amazonía brasileña se ha duplicado durante el gobierno de Jair Bolsonaro. La superficie deforestada entre agosto de 2019 y julio de 2020 es un 101% mayor que el periodo 2017-2018, según datos del Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE).
Ambientalistas denuncian que la visión del desarrollo económico en la Amazonía de Jair Bolsonaro envalentona a los madereros y mineros ilegales, además de los especuladores de tierras para que destruyan el bosque. El mandatario, en tanto, sostiene que se necesitan más minería y agricultura en la región para sacar a la gente de la pobreza.
Ante éste esquema depredador más de 60 organizaciones de la sociedad civil plantearon al Congreso de Brasil, así como a inversionistas y parlamentarios extranjeros, prohibir durante cinco años la deforestación en la Amazonía de este país. La medida forma parte de cinco acciones de emergencia que fueron comunicadas mediante una carta por las organizaciones ambientalistas, para contener la devastación en la mayor selva tropical del planeta, según informó la red Observatorio del Clima.