Redacción / Eduardo Lliteras Sentíes.- Sigue el pulso de lodo y las intrigas de pasillo en el Congreso de San Lázaro para ver quién se queda con la presidencia de la Mesa Directiva y los reflectores mediáticos que conlleva dicho cargo legislativo. El forcejeo incluye el cambio de camiseta de diputados veletas e impresentables y el trasvase de legisladores de un partido a otro como si se tratara de calzoncillos. La rebatinga, entre el PRI, PT, Morena ha generado una crisis política entre los “aliados” de la fuerza dominante en San Lázaro, que se disputan el control de la Mesa Directiva.
En la pugna central se encuentran la yucateca Dulce María Sauri y Gerardo Martínez Noroña, los que buscan el control de la Mesa Directiva. Al jaloneo se ha sumado el PAN, que según un comunicado del tricolor, apoya a la ex gobernadora de Yucatán.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) insiste en que la Presidencia de la Mesa Directiva le corresponde al Grupo Parlamentario tricolor.
“En este sentido, como instituto político, agradecemos y valoramos mucho el respaldo del Partido Acción Nacional (PAN), en esta lucha por hacer respetar la democracia”, manifestó el Revolucionaria Institucional en sus Redes Sociales.
El Revolucionario Institucional subrayó que México tiene grandes retos y desafíos, y aseguró que es el PRI “el único partido que puede poner orden en este desorden que hay en el país; es el Partido Revolucionario Institucional”.
El diputado Gerardo Fernández Noroña por su parte rechazó que haya un rompimiento del PT, Morena, PES y el Verde sobre la posibilidad de un acuerdo sobre quién ocupará la presidencia de la Cámara de Diputados.
La crisis la había generado el nuevo integrante de la bancada del Partido del Trabajo (PT), Manuel López Castillo, quien duró escasas horas en esa fracción parlamentaria. Según lo publicado en redes sociales, se arrepintió de su traición tomada el 27 de agosto, de dejar la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) por lo que éste instituto político seguirá teniendo la mayoría en San Lázaro.
De tal manera, al recular López Castillo, PT y PRI se ubican en empate como tercera fuerza en la Cámara, por lo que ambas bancadas presentarán este lunes sus propias candidaturas a presidir la Mesa Directiva.
Como se sabe el Reglamento Interno de San Lázaro establece que corresponde a la tercera bancada ocupar la presidencia de la Cámara de Diputados en el tercer año de la 64 Legislatura. La condición es contar con dos tercios de los votos de los 500 diputados.
De allí que la movida de López Castillo, de pasarse al PT fuera con el objetivo de permitir que dicho partido se convirtiera en la tercera fuerza política, con la adhesión de cuatro legisladores, sumando 47 contra 46 del PRI.
Al cierre de la semana, Fernández Noroña anunció que los experredistas Mauricio Toledo y Héctor Serrano se pasaron al Partido del Trabajo (PT). Dichas adhesiones generaron agrias críticas.
“Grave error de los compañeros del PT y Fernández Noroña reclutar a quien mandó insultar, agredir y golpear a Claudia Sheinbaum en 2018 y a muchas otras personalidades del movimiento”, criticó el Senador Martí Batres en su cuenta de Twitter en referencia a Mauricio Toledo.
Alejandro Encinas recordó que Mauricio Toledo mandó a golpear a sillazos a mujeres de Morena en campaña y a intimidarlas en la puerta de sus casas.
El problema es que si el PT no logra el respaldo de los legisladores de Morena, no alcanzaría la mayoría calificada para ser el nuevo presidente en San Lázaro, con lo que se abre la posibilidad de que la priísta Dulce María Sauri quede al frente de la Mesa Directiva.