Redacción 7 Didier Madera.- Luego de un minucioso trabajo de restauración, el famoso megalito cilíndrico de 12 siglos de antigüedad, el cual sirvió para aplanar el sacbé (camino maya) que une a las ciudades precolombina de Yaxunah y Cobá, fue entregado al gobierno del Estado para su resguardo y protección.
La milenaria pieza arqueológica fue devuelta al Ejecutivo local luego de su restauración, a cargo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), labor que duró 11 meses.
Durante el evento se explicó la importancia de la gran pieza de piedra, la cual representa uno de los principales instrumentos de ingeniería carretera de la Mesoamérica prehispánica.
El director del Centro INAH Yucatán, Eduardo López Calzada, entregó al director general del Instituto de Infraestructura Carretera de Yucatán (Incay), Felipe Canul Moguel, la cedula de la inscripción del Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos del monumento arqueológico denominado como “Aplanadora Maya” bajo el folio No. 3135 P.M, a favor del gobierno del Estado.
El funcionario federal comentó que el monumento arqueológico, conocido como “Aplanadora Maya”, el cual posee más de mil 200 años de antigüedad, fue previamente restaurado por el INAH y está en resguardo del Incay.
Los trabajos de restauración se realizaron por un equipo técnico coordinado por la restauradora Nancy Coronado Guajardo, de la Sección de Conservación y Restauración del Centro INAH Yucatán, y la restauradora Afifa Cetina, y consistieron en limpieza y estabilización de la pieza arqueológica.
Durante la ceremonia de entrega de la Inscripción de monumentos arqueológicos muebles bajo custodia de particulares del Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos por parte del Gobierno Federal, López Calzada agradeció al Incay el apoyo prestado para la restauración de esta pieza y para la puesta en valor del monumento prehispánico, puesto que con ello se recupera el patrimonio arqueológico del Estado.
Por su parte el arqueólogo Fernando Robles Castellanos destacó que “la aplanadora maya”, también conocida como el “mega cilindro maya”, se encontró en el kilómetro 35 del sacbé que unía las ciudades prehispánicas Coba y Yaxuná y fue descubierta por Alfonso Villa Rojas, en 1934.
Expresó que el cilindro de piedra caliza sirvió para aplanar la mega carretera prehispánica que unió dos importantes metrópolis en el clásico tardío.
Resaltó que el sacbé que unía las ciudades prehispánicas Coba y Yaxuná se considera la obra más relevante de la ingeniería carretera de la Mesoamérica prehispánica, que tuvo más de 100 kilómetros de largo y 10 metros de ancho.
El trabajo de registro de bienes arqueológicos fue realizado en el Departamento Jurídico del INAH-Yucatán, a cargo de José Arturo Chab Cárdenas, en coordinación con las oficinas centrales del Instituto.
Finalmente, López Calzada anunció que en breve se celebrá un convenio de colaboración entre el Incay y el INAH para que los vestigios localizados en las carreteras y parques públicos estatales reciban mantenimiento y conservación.