Redacción / Didier Madera.- Durante la administración de Wilberth Cetina Arjona, al frente de la Fiscalía General del Estado (FGE), cerca del 75 por ciento de las más de 300 denuncias interpuestas en contra de los directivos de Crecicuentas, permanecieron en “la congeladora”, ya que impidió la continuidad de las investigaciones previas, según versiones.
La integrante del grupo de Defraudados Unidos por Devolución de Ahorro (Deuda), Raquel Angulo Esquivel, lamentó la actitud del funcionario, quien recientemente presentó su renuncia al gobierno del Estado, por lo que espera que el próximo titular de la FGE realmente pueda dar una pronta solución a la problemática.
Comentó que nueve años del megafraude, son más de 200 las familias afectadas, cuyas denuncias permanecen, sin avance alguno, en la FGE, ya que a Cetina Arjona no le interesó el tema.
“A lo largo de dos años, no hubo movimiento alguno de los expedientes que hay en contra de los directivos de Crecicuentas”, aseveró.
Reprobó la actitud del funcionario, quien dejará el cargo el próximo domingo 8, pues a lo largo de su administración “ningún expediente fue turnado al Poder Judicial del Estado”.
Angulo Esquivel comentó que tras la aparición del Covid-19, optaron por suspender las manifestaciones que realizaban frente a Palacio de Gobierno, para la protección de los defraudados, al mismo tiempo que se cumplen con los protocolos de Salud.
“El caso no está cerrado, son diversos los expedientes por resolver, pero Cetina Arjona se negó a dar continuidad a las averiguaciones previas, a lo largo de dos años”, acotó.
Cabe recordar que en un lapso de ocho años, tan sólo en Yucatán la empresa logró tener más de mil socios, quienes depositaron sus ahorros, cerca de 800 millones de pesos, sin embargo, la mala administración por parte de los integrantes de la familia Argáez López, quienes conformaban la directiva, provocó que a finales de 2012 se declarara en quiebra.
Lamentablemente, de 2013 a la fecha, al menos siete personas han perdido la vida durante el proceso jurídico, por lo que ninguna de ellas logró recuperar el dinero que invirtió en la empresa que les prometió un mayor rendimiento por sus ahorros.