Redacción.- Debido a la elevación del nivel freático del acuífero de Yucatán, el nivel de agua de algunos cenotes de la entidad aumentó hasta en cinco metros, reveló la secretaria de Desarrollo Sustentable del Gobierno del Estado, Sayda Rodríguez Gómez.
Incluso, consideró de positivo la recarga del manto freático, a consecuencia de la precipitación pluvial que generaron las tormentas tropicales y huracanes Cristóbal, Gamma, Delta y Zeta, así como algunos frentes fríos.
Luego de muchos años de no registrarse un aumento en el nivel del manto freático, ahora (el efecto) es positivo, abundó.
Señaló que ante el impacto de estos fenómenos hidrometeorológicos la dependencia a su cargo efectuó trabajo de inspección y de valoración inicial de 16 cenotes, distribuidos en diversos municipios del Estado, cuyo nivel del agua se incrementó entre 2.5 y cinco metros.
“Para valorar a detalle la injerencia con la ciudad de Mérida se prospectó un listado de tres cenotes en donde se acudió a revisar el estatus del cuerpo de agua y se midió el nivel al interior de los mismos”, acotó.
Enunció el caso del cenote Xoc, en Mérida; el Tza Itzá, en Tecoh y el Sambulá”, en Motul, en los cuales, el crecimiento fue de entre cuatro y cinco metros.
En el caso del cenote Xlacah, en la zona arqueológica de Dzibilchaltún, el agua superó el nivel del suelo, por lo que se desbordó hasta dos metros de la periferia del cuerpo de agua, motivo por el cual el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) optó por cerrar el sitio.
Mientras que en el cenote Sambulá de Motul, en una temporada normal se desciende una larga escalera, hay un espacio amplio de la cueva y después de bajar una pendiente llegas al cuerpo de agua, donde la gente se baña en las vacaciones, pero ahora, el nivel ya llegó hasta la escalinata.
Indicó que “como parte del proceso natural, tiende a disminuir la variación registrada de mayo a la fecha”, hasta lograr el equilibrio.
Al concluir noviembre, el acumulado de precipitación pluvial es de mil 500 milímetros de lámina de agua, superando en 50.1 por ciento la cifra registrada en 2005, que fue de mil seis litros por metros cuadrados. Incluso, en Mérida, el incremento fue del 88.4 por ciento, es decir, casi el doble.
La abundancia de precipitación pluvial fue consecuencia del paso de las tormentas tropicales Cristóbal y Gamma así como de los huracanes Delta y Zeta, categoría 2 y 1, respectivamente, así como de diversos frentes fríos.
Tan sólo Cristóbal generó en Yucatán, del 31 de mayo al 6 de junio, un acumulado de 534 mm o su equivalente en litros por metro cuadrado, y el mayor registro fue en Holcá, con 980.6 mm.
Mientras que en el caso de Gamma y Delta así como de los sistemas frontales 4 y 5, ocurridos del 1 al 7 de octubre pasado, el acumulado para el Estado fue de 312 mm pero en Sisal, comisaría portuaria de Hunucmá fue de 517.7 mm.
También influyó el paso del huracán Zeta así como del frente frío número 9, por lo que en octubre se estableció un nuevo récord histórico de precipitación pluvial para la Península de Yucatán.
Rodríguez Gómez añadió que el aumento del nivel del agua ocurrió en todos los cenotes, aunque varió el crecimiento entre uno y otro, es decir, “el fenómeno que se registró, en algunos fue visible y en otros, no tanto”.
Informó que también se dio un seguimiento a la Reserva Estatal de Lagunas de Yalahau, la cual, en 2002, sufrió los efectos del huracán Isidoro.
“Hay un incremento en el nivel(del agua), pero están sanas, está todo en orden, pues no hay una modificación de las características del lugar”, subrayó.