Redacción.- Vuelco en el juicio-farsa que se sigue contra el creador de la plataforma Wikileaks, Julian Assange en Londres tras 10 años de acoso judicial y encarcelamiento como venganza por dar a conocer informaciones sobre los crímenes de guerra estadounidenses.
En efecto. La justicia británica negó la extradición del fundador de WikiLeaks y periodista, Julian Assange, a Estados Unidos para ser juzgado por cargos de espionaje tras revelar, a través de la plataforma Wikileaks, vídeos e informaciones sobre los crímenes de guerra cometidos por tropas estadounidenses en Irak y Afganistán. La jueza Vanessa Baraitser basó su decisión en motivos de salud y el gobierno de los Estados Unidos ha anunciado que recurrirá la decisión.
De tal manera, hoy se anunció que Reino Unido rechaza extraditar a Julian Assange a los Estados Unidos donde se enfrenta a cargos por 175 años de cárcel.
Celebramos el hecho de que Julian Assange no sea enviado a los Estados Unidos pero esto no exime al Reino Unido de haberse involucrado en este proceso con motivaciones políticas a instancias de ese país. Y haber puesto a prueba la libertad de los medios de comunicación y la libertad de expresión, señala Aministía Internacional.
El fundador de Wikileaks ha enfrentado una falsa denuncia de violación que terminó cancelada justo a tiempo, la presión del gobierno británico para no abandonar el caso, un juez parcial, la detención en una prisión de máxima seguridad y tortura psicológica. Julian Assange ha pasado por todo esto y ha corrido el riesgo de ser extraditado a Estados Unidos, donde se enfrenta a hasta 175 años de prisión por exponer crímenes de guerra, como señalamos al inicio de la nota.
Como hemos dado a conocer en otras notas y reportajes, Wikileaks, en cooperación con varios medios internacionales, publicó los ‘diarios de la Guerra de Afganistán’. Esta fue una de las filtraciones de información más grandes de la historia del ejército de Estados Unidos.
Inmediatamente después, Estados Unidos exigió que sus aliados inundaran a Assange de casos criminales. No estamos familiarizados con toda la correspondencia, pero Stratfor, una consultora de seguridad que trabaja para el Gobierno de Estados Unidos, aconsejó a los funcionarios estadounidenses aparentemente inundar a Assange con todo tipo de casos criminales durante los próximos 25 años.
El periodista australiano se encuentra en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en Londres, desde que fuera arrestado por las autoridades británicas dentro de la Embajada de Ecuador en Londres en abril del año pasado.
Assange había estado asilado en la sede diplomática ecuatoriana desde junio de 2012, luego de que la Corte Suprema del Reino Unido rechazara una apelación para no ser extraditado a Suecia, desde donde se le podría extraditar más tarde a Estados Unidos.
Suecia basó su solicitud de extradición en presuntos cargos de agresión sexual. Esa orden de arresto contra el informador fue la segunda por ese tipo de delitos, la primera había sido desestimada en 2010 por falta de pruebas, pero esta vez dio lugar a su detención sin derecho a fianza más adelante ese mismo año. Suecia retiró las acusaciones contra Assange en mayo de 2017, mientras él seguía recluido en la embajada ecuatoriana en Londres.
El caso Assange se trata de “una guerra total contra el periodismo de investigación. En esto coinciden no sólo cientos de los más prestigiosos reporteros y editores del mundo, sino también exjefes de Estado y de Gobierno, ministros, diplomáticos, líderes políticos, legisladores, premios Nobel y Pulitzer, asociaciones internacionales de juristas y de médicos, eminencias de todos los campos del conocimiento” afirma en las páginas del Diario Público, Carlos Enrique Bayo.
Como señala Enrique Bayo, se trata de un juicio-farsa al creador de Wikileaks, Julian Assange, ya muy lesionado por haber sufrido durante una década “formas persistentes y progresivamente severas de tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, cuyos efectos acumulativos sólo pueden describirse como tortura psicológica”, según el relator especial de la ONU sobre la Tortura, Nils Melzer.
Como también ha señalado el relator especial de las Naciones Unidos, Nils Melzer Wikileaks combate el secreto y la corrupción en el mundo y que, por lo tanto, actúa en beneficio de los estadounidenses y de la humanidad en su conjunto.
Además, Assange no ha publicado nunca información falsa y si se quiere encontrar mala conducta en alguna parte no es en él sino en los hechos que expuso en su portal, añade Nils Melzer.
Melzer ha advertido que Assange no hackeó ni robó la información que publicó sino que la obtuvo de documentos y fuentes auténticas, como corresponde a la labor periodística de investigación.
“Podemos o no estar de acuerdo con sus publicaciones, pero es claro que no se trata de ningún delito”, puntualiza el relator.
Juzgar a Assange por revelar malos manejos en Estados Unidos o donde sea equivale a “matar al mensajero” en vez de corregir el problema expuesto en la publicación, lo que sería “incompatible con los valores fundamentales de la justicia, el estado de derecho y la libertad de prensa, estipulados en la Constitución estadounidense y los instrumentos internacionales de derechos humanos ratificados por el país”, ha dicho Melzer.
Impresionante revuelo causó un vídeo publicado en 2010 por Wikileaks en el que se muestra a militares estadounidenses matando desde helicópteros Apache a civiles desarmados en Irak, entre los que había periodistas de la agencia Reuters. Se trata de una filmación en Bagdad en 2007 en la que las tropas de Estados Unidos disparan contra una docena de personas desde un helicóptero militar.
En el video difundido por WikiLeaks, titulado “Asesinato Colateral”, se escucha a los pilotos de un helicóptero Apache y militares en tierra preparando el ataque.
“Hay un hombre disparando, está detrás del edificio” dice en el video uno de los militares.
“¡Vamos, dispara!”, se escucha decir a otro al cabo de varios segundos.
Puede apreciarse cómo los pilotos disparan contra estas personas, que caen fulminadas al suelo. Después aparece una furgoneta de la que descienden varios hombres para rescatar a los heridos, que sucumben a una nueva ráfaga lanzada por los militares estadounidenses que no tienen ninguna justificación.
En total, 12 personas murieron en el incidente y dos niños resultaron heridos, según revela el vídeo dado a conocer por WikiLeaks.