Redacción.- Según estudios y expertos citados en Europa el Sars-CoV-2 no solo afecta a los pulmones sino también al corazón, al riñón, al cerebro.
Pero, ¿qué tan graves pueden ser las complicaciones neurológicas a largo plazo?
A lo largo de los meses, se reportan fenómenos graves como ictus (incluso en adultos jóvenes), encefalitis, fatiga muscular, dificultad para moverse.
Así lo señala un artículo publicado en el diario italiano Corriere della Sera, el que afirma que se ha visto que enfermarse con COVID-19, incluso de forma leve, puede dar lugar a problemas durante meses, provocando lo que se denomina síndrome de Long COVID que implica fatiga, dificultad para respirar, pérdida del gusto y del olfato.
El Corriere afirma que según un estudio francés, casi 1 de cada 5 adultos jóvenes de entre 18 y 34 años (sin condiciones preexistentes) informaron que no recuperaron la salud normal (14 a 21 días después de la prueba).
Además, después del COVID, una de cada 20 personas ha tenido secuelas en las capacidades mentales, con pérdida de memoria y dificultad para concentrarse: la llamada niebla cognitiva que en muchos casos afecta a jóvenes de entre 18 y 49 años levemente afectados por el virus.
El diario italiano cita un nuevo estudio que destaca aún más que incluso los pacientes que se enferman con COVID-19 de una manera no grave pueden sufrir complicaciones neurológicas graves como accidentes cerebrovasculares, convulsiones y trastornos del movimiento.
No solo eso, estos agravamientos son mucho más comunes de lo que se pensaba anteriormente. La investigación acaba de ser publicada en la Práctica Clínica de Neurología de la Academia Estadounidense de Neurología.
Explica el artículo de Cristina Marrone que el estudio, dirigido por Pria Anand de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, muestra sobre todo que incluso en ausencia de una enfermedad grave, los trastornos neurológicos son bastante frecuentes.
El estudio involucró a 74 pacientes que dieron positivo por COVID-19 entre el 15 de abril y el 1 de julio de 2020 y fueron tratados en un gran hospital en Boston, Massachusetts.
En la instalación, que atiende a personas de bajos ingresos que no pueden pagar un seguro médico, los pacientes también fueron evaluados desde un punto de vista neurológico.
La edad promedio fue de 64 años y 47 de los 74 pacientes tenían antecedentes de enfermedad neurológica.
En el hospital 18 de estos pacientes sufrieron un derrame cerebral, 15 convulsiones, 26 se quejaron de confusión mental y alteración del estado mental.
Siete personas tenían trastornos del movimiento, cinco de ellos mioclonías, una contracción muscular repentina.
Un paciente desarrolló encefalitis autoinmune, una enfermedad rara y compleja en la que el sistema inmunológico del cuerpo se ataca a sí mismo (la situación del paciente mejoró después de administrar corticosteroides).
Todas las complicaciones que ocurrieron fueron independientes de la severidad con la que ocurrió la infección por Sars-CoV-2, señala el estudio.
Diez de los pacientes hospitalizados fallecieron. Los sobrevivientes abandonaron el hospital con una discapacidad moderadamente grave en comparación con una discapacidad leve antes de la admisión, hasta el punto de que muchos ya no podían vivir solos en casa, sino que tenían que buscar atención de enfermería en el hogar.
Otros han recurrido a centros de rehabilitación u hospitales de larga duración.
“Se necesita más investigación para comprender mejor la propagación de las complicaciones neurológicas causadas por COVID”, aclaró Pria Anand, primera autora del estudio, quien también destacó los límites de la investigación: los números aún son limitados, aunque se han involucrado grupos étnicos que más a menudo enfrentan complicaciones; además, no se analizó un número suficiente de personas con cada condición neurológica.
“Planeamos realizar más estudios para ayudar a identificar qué factores pueden predisponer a las personas a complicaciones neurológicas con el objetivo de buscar métodos de prevención”.