Especial / Miguel Magón / Ciudad de México.- La senadora de Morena Verónica Camino Farjat antepuso de nuevo sus intereses particulares y políticos y votó a favor de la reforma eléctrica que su nuevo partido propuso y que tendrá como resultado un alza en las tarifas del servicio.
Camino Farjat, quien llegó a Morena para desbaratar a ese partido en Yucatán y ponerlo al servicio de corruptos grupos priistas que lideran Rolando Zapata Bello y Víctor Caballero Durán, no dudó en traicionar a las familias de Yucatán, a los comercios y a la recuperación de empleos con tal de obedecer a sus nuevos amos.
Era de esperarse esta traición de Verónica Camino debido a que no es la primera vez que lo hace, pues la senadora cuando estaba en la bancada del Partido Verde siempre votó a favor de los intereses de Morena.
Ella votó a favor de la desaparición del Fonden, de todos los fideicomisos, del cierre de las guarderías, de la liberación de miles de presos sin que cumplan su condena. Asimismo bloqueó la iniciativa que proponía esclarecer las acusaciones de corrupción al interior del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep).
Además, la senadora priista siempre ha permanecido muda ante los injustos y exagerados cobros que hace la CFE a las familias yucatecas. No se atreve a decir que eso es una violación a los derechos humanos al ser un servicio de primera necesidad, sobre todo en estos momentos de pandemia por el COvid-19.
Hay que recordar que Verónica Camino cometió corrupción y nepotismo cuando estuvo al frente del Centro Estatal de Prevención Social del Delito y Participación Ciudadana (Cepredey).
Verónica Camino Farjat fue su directora y usó los recursos de esa dependencia, creada por el exgobernador Zapata Bello, como caja chica para financiar campañas y carreras políticas. Incluso, colocó a su hermanito, familiares y amigos en diversos puestos y con jugosos salarios.
Entre las campañas políticas estuvo la de la misma Camino Farjat, quien llegó a ese puesto apadrinada por Víctor Caballero Durán de quien fue su peón, ya que hacía todo lo que le ordenaba. Luego, como premio la promovió al Congreso local y con dineros del Cepredey se financió la campaña que le permitió ser diputada local de 2015 a 2018 por parte del PRI.
Por todo este pasado de corrupción y oportunismo, los legítimos militantes de Morena Yucatán han rechazado tajantemente su ingreso a Morena y el sábado pasado realizaron una marcha en la que se pide su expulsión y la de otros advenedizos, como Huacho Díaz Mena quienes son claros opositores al presidente.