Carta pública a Juan Manuel León León (fiscal de Yucatán) y a las autoridades correspondientes del gobierno estado de Yucatán
Hace un mes y 21 días Dawn Simmons de origen canadiense, me golpeó hasta romperme la nariz, no entiendo por qué no ha sido detenida, fui víctima de una tentativa de homicidio aproximadamente a las 4 de la tarde en pleno Paseo de Montejo, una calle emblemática para la Ciudad Blanca, a la que todos desean venir, por la seguridad y tranquilidad con la que se vive, en 2019 la denominaron la mejor ciudad por encima de Québec y Florencia.
Quiero preguntar públicamente ¿por qué no puedo regresar a la galería segura de que nada va a pasar, por que tendría qué vivir en un lugar con seguridad en la puerta, por qué tengo que reunir pruebas, testigos, pagar a un abogado y no se sanciona a una mujer que entra a una propiedad privada y me agrede dejándome no solo con la nariz rota? También en un shock emocional del que con muchísimo esfuerzo y trabajo estoy saliendo adelante, he estado en médicos y tratamientos costosos. Mi objetivo era pedir una beca, mi salud no me permitió estar en las condiciones de concentración necesarias y físicas normales, me da mucha vergüenza la situación de justicia en mi país y la corrupción que parece ser la peor de las pestes, entiendo que esta mujer está protegida por algunos políticos y empresarios del estado.
Dawn Simmons quiero que sepas que yo estoy rodeada de mujeres poderosas, con el poder de la escritura, el poder de la palabra, el poder del movimiento y trabajo corporal, el poder de la empatía, el poder de la conciencia, el poder del arte, el poder del conocimiento, el poder de nuestra generación llena de sueños y proyectos que construyen una sociedad justa, con el poder de la contención y el poder de generosidad, el poder de la sororidad, de la resiliencia, el poder de sabernos juntas, capaces de transformarlo todo.
Pronto tendré una cirugía mayor, para la que tendremos que recaudar fondos, hoy a pesar de tu desmedida, incontrolable y peligrosa rabia, a pesar de la vulnerabilidad por la que paso, también paradójicamente soy más fuerte y sé que un día no tendré más temor por ti, tu perturbadora vulgaridad, gritos, mirada desorbitada, pensé que me matarías, y cumplirías tus amenazas, matarme y enterrarme. Amenazas que son la contundente prueba de que eres un peligro para la sociedad.
“El odio y la fuerza no pueden estar en una parte del mundo sin tener un efecto sobre el resto”
Eleanor Roosevelt
Renata