Redacción / Didier Madera Alpuche.- La ola de suicidios registrado en Yucatán durante primeros cinco meses del año, aumentó un 20 por ciento, con respecto al mismo período de 2020, al contabilizarse 106 casos, entre los que destacó un hombre que se quitó la vida en la cárcel pública, y otro, en una casa de campaña.
Mayo es el segundo mes con el mayor número de personas que optaron por salir por la puerta falsa, al registrar 23 lamentables hechos.
Incluso, entre los más impactantes destaca la doctora que se quitó la vida en el Centro de Salud de Tahdziú, así como del quincuagenario que se hizo el “hara kiri” con un machete.
En lo que va del año, entre los que destacan una persona que se quitó la vida en el interior del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Mérida y dos en la cárcel pública.
Incluso, entre los más impactantes de esta ola de suicidios destaca la doctora que se quitó la vida en el Centro de Salud de Tahdziú, así como del quincuagenario que se hizo el “hara kiri” con un machete.
De acuerdo con la información proporcionada por la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) y la Fiscalía General del Estado (FGE), en los primeros cinco meses del año ya se registraron 106 personas que decidieron por salir por la puerta falsa, incidentes registrados en 32 municipios.
Asimismo, en promedio, se registraron dos casos cada tres días, y de cada 10 personas que decidieron salir por la puerta falsa, nueve optaron por el ahorcamiento.
Con respecto al género, de cada cinco personas que perdieron la vida debido a la mortal lesión auto infligida intencionalmente, una fue mujer, y la mayoría de los casos fueron por la vía del ahorcamiento.
La conducta de autodaño se registró en 106 ocasiones durante en los primeros cinco meses del año, de los cuales, 20 corresponden a enero y abril, respectivamente, así como 18 son de febrero, 25 de marzo y 23 de mayo.
El aumento es del 20.45 por ciento con respecto al mismo período del año pasado, cuando la suma fue de 88.
Asimismo, del total de personas que tomaron la fatal decisión 101 se ahorcaron, el 95.3 por ciento, y la mayoría fue al utilizar la soga de la hamaca o los brazos de la misma, otros optaron por colgarse de un árbol, etc.
Hasta el momento, hay dos casos de suicidios ocurridos en el interior de una cárcel pública, específicamente, el 18 de enero, en Tekal, donde Faustino Mis Collí, se ahorcó con su ropa, y fue detenido por riña cometida en estado de ebriedad.
Al igual que Jesús Adán Argáez Cutz, de 46 años de edad, quien el pasado 4 de mayo se ahorcó con su cinturón, en el interior de la celda de la cárcel pública de Dzilam González.
Mientras que el pasado 27 de abril, Genaro V., de 26 años de edad, se ahorcó en el baño del penal meridano.
Asimismo, tres personas optaron por la intoxicación medicamentosa, dos hombres y una mujer, de los cuales el que más llamó la atención fue el huésped del Hotel San Patricio, ubicado en la calle 57 entre 52 y 54 del Centro Histórico de Mérida, quien padecía de depresión.
Incluso, ya son dos los casos de suicidio con el empleo de un arma de fuego, el primero sucedió el 10 de marzo pasado, cuando César N., de 17 años de edad, tomó su rifle calibre 16 y se dio un tiro, en el interior de su predio, ubicado en la calle 32 A entre 43 y 45 de la colonia Guadalupe, en Hunucmá, y el segundo fue el 18 de mayo, cuando Erick F.G.A., de 30 años de edad, accionó el gatillo en el interior de su hogar, ubicado en la calle 53 con 66 de Xcanatún.
En cuanto al género, fueron 88 hombres que autoatentaron contra su vida, el 83 por ciento, y 18 mujeres, el 17 porcentual.
Llama la atención que el 95 por ciento de las féminas que adoptaron la conducta de autoeliminación utilizaron el ahorcamiento, pues cada vez son menos las que se cortan las venas o con la ingesta masiva de medicamentos.
Con base a la estadística proporcionada, menos de la mitad de las personas que se privaron de la vida eran originarios de Mérida o radicaban en la capital yucateca.
Es decir, 42 son de Mérida, el 39.6 por ciento, seguido de Kanasín, con 12 casos, el 11.3 por ciento; en Valladolid fueron siete las personas que decidieron terminar con sus días, el 6.6 porcentual.
Asimismo, cuatro individuos eran Hunucmá; tres de Progreso y Ticul, respectivamente, y dos de Acanceh, Buctzotz, Chemax, Izamal, Kinchil, Oxkutzcab, Tekax, Tizimín y Umán.
El resto de las personas que ofrendaron su vida a Xtab, diosa maya del suicidio, son de Akil, Chapab, Dzilam González, Espita, Halachó, Huhí, Kopomá, Mayapán, Motul, Muxupip, Río Lagartos, Tahdziú, Tahmek, Teabo, Tekal, Tepakán y Tetiz.