Redacción.- El debate sobre el cambio climático en la Península de Yucatán ha rebasado los círculos científicos para convertirse en una cuestión de preocupación social, debido a que juega un papel importante en los ecosistemas, en la economía y en la cultura, sostuvo el profesor investigador Salvador Flores Guido.
En el marco de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, el profesor Emérito de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) advirtió que la Península ha sufrido diferentes efectos del cambio climático: En los cultivos causó modificaciones en los tiempos de siembra y cosecha, mientras que en la zona costera las variaciones del clima afectaron la dinámica de pesca y biodiversidad, además de sequías.
“Las sequías pueden traducirse en una mayor incidencia en el número de incendios, enfermedades en el ganado, problemas de demanda de agua, enfermedades gastrointestinales e islas de calor”, agregó.
El profesor, con más de 50 años en la docencia, indicó que la Península de Yucatán es una región natural cuyas condiciones geográficas la hacen sensible a sufrir las consecuencias del cambio climático.
“Tiene una alta influencia marítima, y está sujeta al asalto de fenómenos hidrometeorológicos tales como ondas tropicales, ciclones y nortes, los cuales pueden intensificarse en número, frecuencia e intensidad, además, es una zona de altas presiones, lo que puede ocasionar desertización”, apuntó.
Otro punto muy importante, dijo, es el impacto en la salud humana pues el calor de ahora es mucho más intenso que el de hace unos años y las temperaturas extremas, tanto altas como bajas, pueden causar disturbios fisiológicos y daños a diferentes órganos provocando enfermedad o la muerte en los seres humanos.
En tal sentido, mencionó que una de las consecuencias más seguras y directas del cambio climático, es un aumento en la morbilidad y la mortalidad humanas en períodos de clima extremosos como son las ondas de calor.
Ante el inminente cambio climático se hace necesario emprender trabajos de investigación, diseño de políticas públicas y divulgación que busquen sensibilizar sobre la vulnerabilidad de los distintos sistemas naturales y culturales de la Península de Yucatán, concluyó Flores Guido.