Redacción.- El empresario Alejandro Escoffie Gamboa tiene un nuevo comisariado ejidal a modo en el ejido de Ixil que a través de amenazas, manipulaciones y engaños anda recolectando firmas contra los ejidatarios de dicho municipio que han denunciado las ilegalidades -asambleas simuladas, listados de avecindados falsos, firmas falsas- con las que pretende apropiarse de más de 4000 hectáreas, mismas que ha vendido a unas 200 personas, muchas de otros Estados e inclusive del extranjero, en 800 mil pesos la hectárea. Hablamos de un despojo que dejaría a Ixil sin tierras ejidales, como ya ha sucedido con otros municipios cercanos a la mancha urbana de Mérida. En particular, entre los proyectos que se planean desarrollar a través de un fraude maquinado con la complicidad de autoridades ambientales y notarías públicas, se cuenta un parque eólico, uno más, en las costas de Yucatán. La pelea por las 4000 hectáreas se encuentra un punto muerto debido a los procedimientos legales, entre los ejidatarios que se oponen al despojo del abogado Escoffie y los ejidatarios que se aliaron con él a cambio de la promesa de tierras y dinero.
“Alejandro Escoffie dice que todo el ejido es de él”: “pretende quedarse con la quinta y los mangos”, relatan los ejidatarios que realizaron una conferencia de prensa para dar a conocer el despojo urdido en 2014, cuando el abogado Alejandro Escoffié Gamboa usó de manera fraudulenta un permiso que le había concedido la asamblea ejidal para realizar el trámite de inscripción de un acta de asamblea, teniendo acceso a la documentación agraria en base a la confianza de los ejidatarios y engaños, para empezar a parcelar y poner en venta más de 4000 hectáreas de uso común del ejido.
A través de la falsificación de documentos agregó a la lista de avecindados del ejido a centenares de personas y empresarios provenientes de otros estados de la república (Jalisco, Veracruz, Tamaulipas, Puebla, Chiapas, entre otros) y inclusive de otros países, entre éstos últimos, Estados Unidos. Es decir, Alejandro Escoffié, vendió terrenos que no eran de su propiedad de forma fraudulenta. Engañó inversionistas foráneos haciéndoles creer que compraron terrenos legalmente constituidos cuándo se trata de bienes inmuebles en proceso de litigio y de los cuales no pueden obtener títulos.
Hablamos de personas que nadie conoce en Ixil, que nunca han vivido en Ixil, que no son campesinos, como dicen los documentos, y que obviamente fueron añadidos en la lista que tiene los sellos de las notarías públicas de Hernán Cetina Lizárraga en Mérida (las número 58 y 33, ubicadas en Itzimná), quien evidentemente es cómplice en dicho engaño.
Asimismo, explicaron que han intentado registrar en el Registro Agrario Nacional (RAN) actas de asambleas falsificadas para autorizar el cambio de tenencia de la tierra de uso común a dominio pleno (propiedad privada).
Son múltiples y numerosas las irregularidades en los documentos con los que pretenden cambiar el destino de las tierras: ni la Procuraduría Agraria, ni el Registro Agrario Nacional han presentado ni entregado nunca al Ejido un plano general del procedimiento de parcelación, por ejemplo. Estamos ante un fraude que explota la ignorancia, la buena fe, y otras vulnerabilidades de los ejidatarios de Ixil. En un inicio se habló con el abogado Alejandro Escoffie (quien se propuso como “asesor”) de parcelar el ejido, entre los ejidatarios que viven, que son de Ixil, pero después se descubrió la realidad: a través del reparto de exiguas cantidades de dinero entre los ejidatarios Escoffie fue armando un reparto de tierras, entre particulares, que no tuvo nada que ver con lo que se aprobó en la asamblea ejidal de 2014 y que preveía exclusivamente la parcelación, no la privatización de las tierras. A raíz del descubrimiento del engaño, los ejidatarios buscaron proceder legalmente y en la actualidad estamos en el proceso legal que ha interrumpido los negocios de Escoffie en Ixil provocándole problemas con los compradores de tierras y supuestos avecindados.
Durante la conferencia de prensa también hicieron acto de presencia dos personas a bordo de un auto Mazda de reciente modelo, quienes se identificaron falsamente como periodistas pero que no quisieron bajarse a escuchar a los ejidatarios. La asociación civil Frente Campesino en Defensa de la Tierra y la Vida así como en la activista español Sergio Oseransky, estuvieron en la reunión con varios ejidatarios en la cual afloraron las denuncias contra Isidro Navarro, alias “Karki”, nuevo comisario ejidal de Ixil.
Personas presentes señalaron que se trata de personas que trabajan para Alejandro Escoffie y que pretenden presionar a los ejidatarios que se les han opuesto, incluidas las amenazas, como ya mencionamos.
El nudo del problema es lo que se pretende hacer con las tierras objetivo del despojo y el juicio en proceso contra las maniobras legaloides de Alejandro Escoffie. La defensa del ejido camina legalmente y el abogado busca descarrilarla.
Como se dijo en la conferencia de prensa, entre los proyectos que pretenden desarrollarse en las tierras en disputa se cuenta un parque eólico que hasta donde se sabe contaría de 20 a 32 aerogeneradores con una potencia de 3.57 MW cada uno (71.40 MW de potencia total), en un área de 1,156.68 hectáreas.
Para variar, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), delegación Yucatán, emitió la autorización ambiental del proyecto, el que según pudo saber Infolliteras.com, cuenta serias irregularidades en su proceso de evaluación.
Cabe recordar que el año pasado el entonces procurador agrario Alfredo Ramírez estuvo al pendiente de esta situación y evito consumar los despojos, pero fue removido a través de movilizaciones pagadas y orquestadas por la mafia inmobiliaria para desprestigiar al funcionario quien finalmente renunció. En el presente la Procuraduría Agraria está encabezada por Rita Chuil, quién se encuentra al servicio de la mafia inmobiliaria yucateca junto con Alejandro Escoffié Gamboa.