Redacción.- Crece la amenaza de una inflación persistente en Estados Unidos mientras la nueva variante de COVID-19 podría frenar la recuperación económica. La inflación en Estados Unidos se aceleró en octubre, subiendo a un máximo de tres décadas del 6,2%. Estas rápidas subidas de precios están afectando los presupuestos de los hogares, después de casi una década en la que la inflación aumentó solo entre un 1% y un 2% anual. Muchos de los artículos con los mayores aumentos de precios son esenciales que los estadounidenses no pueden omitir ni posponer la compra, como el combustible, el aceite para calefacción y los alimentos, dice la cadena estadounidense CBS News.
Estados Unidos va a tener la mayor inflación en 40 años. La mala noticia es que afecta a la región por urdimbre comercial: México va por máximo de 20 años y Canadá por uno de 30 años. La buena noticia: en gran medida obedece a los confinamientos y se espera un choque temporal, dice el analista Mario Campa.
El presidente del Sistema de la Reserva Federal, Jerome Powell, anunció este martes que la nueva variante del coronavirus, ómicron, podría tener un impacto negativo en el empleo y en la inflación en 2022.
La amenaza de una “inflación alta y persistente” aumentó en Estados Unidos y la Reserva FEDeral (FED, banco central) considerará la posibilidad de retirar los estímulos más rápidamente, dijo el martes su titular, Jerome Powell.
La FED ya ha empezado a retirar sus medidas de estímulo puestas en marcha para amortiguar el golpe de la pandemia en la economía, pero Powell había dicho previamente que las autoridades podrían esperar para subir las tasas de interés de los préstamos, y argumentado que los problemas de suministro se resolverían en los próximos meses.