Redacción.- La protesta contra el pase sanitario en Canadá se sigue expandiendo: A los camioneros y los productores rurales se suman trabajadores de industrias pesadas, que contribuyen con sus camiones mineros. Las protestas en Canadá por las medidas gubernamentales contra el covid-19 cumplen su segunda semana, en medio de carreteras bloqueadas y pasos fronterizos cerrados. Los movimientos anti vacunas del Covid-19 y grupos de extrema derecha paralizan la capital canadiense, incluidas las calles que rodean al parlamento. Las manifestaciones comenzaron el 29 de enero en el oeste de Canadá por los requisitos de vacunas impuestos una vez que cruzan la frontera con Estados Unidos. Los elementos extremistas de la protesta son visibles: ondean banderas neonazis y confederadas así como de Donald Trump, se han colocado logotipos de QAnon en los camiones y piden la detención del primer ministro Justin Trudeau, por “crímenes contra la humanidad”.
El llamado “convoy de la libertad” que bloquea Ottawa fue una idea de James Bauder, un reconocido teórico de la conspiración que ha apoyado el movimiento QAnon y ha llamado a la COVID “la mayor estafa política de la historia”.
Los manifestantes han bloqueado el Puente Ambassador, un puente internacional que va de Windsor (Canadá) a Detroit (Estados Unidos). Es el paso más transitado entre ambos países y supone más del 25% del comercio.
El alcalde de la capital canadiense, Ottawa, Jim Watson, decretó la medida excepcional, tras más de una semana de masivas protestas contra las vacunas y las restricciones para mitigar el Covid-19
El Jefe de Policía de Ottawa habla de “asedio”, han recibido de refuerzos 150 policías y 60 de la Real Policía Montada de Canadá, declaró: “no tenemos suficientes recursos para afrontar esta situación”. Al menos 5 mil personas se manifestaron ayer.
El alcalde de Ottawa declara el Estado de Emergencia debido al “serio peligro a la seguridad de los ciudadanos de las protestas” y pide apoyo a otras jurisdicciones y niveles del gobierno.
Según el alcalde Jim Watson “la protesta pacífica se ha convertido en una ocupación”. Dice que “los residentes viven con miedo” y “están siendo sujetos a lo equivalente a una guerra psicológica” por las constantes bocinas de los camiones.
El Alcalde de Ottawa escribe al gobierno de Trudeau y a la provincia de Ontario pidiendo apoyo. Les pide que envíen 1800 oficiales “para sofocar la insurrección” que la ciudad “no puede contener” ante lo que describe como “un asedio”.
La policía de Ottawa hizo anoche una redada a los campamentos de logística de los manifestantes. Dos personas han sido arrestadas y múltiples vehículos y galones de gasolina fueron requisados. La policía recordó que no está permitido dar apoyo material.
Los residentes llevan más de una semana bajo constantes bloqueos al tráfico y el incesante sonido de las bocinas día y noche.
La concejala Diane Deans declaró: “Este grupo es una amenaza para nuestra democracia… Esto es una insurrección a nivel nacional. Es una locura. Tenemos que poner fin a esto ahora”. La policía de Ottawa ha contratado a una empresa de gestión de crisis.
Los camiones comenzaron a bloquear el tráfico en el puente Ambassador, ubicado entre el lago Erie y el lago Huron, el lunes por la noche. La Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá dijo este martes que el puente estaba cerrado, pero la policía informó más tarde que los carriles hacia Estados Unidos ya estaban abiertos.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, apareció en público el lunes por primera vez en más de una semana después de ser infectado con Covid-19, diciendo que la protesta tenía que parar.
“Los canadienses tienen derecho a protestar, a estar en desacuerdo con su gobierno y a hacer oír su voz”, escribió el primer ministro.
“Siempre protegeremos ese derecho. Pero seamos claros: no tienen derecho a bloquear nuestra economía, ni nuestra democracia, ni la vida cotidiana de nuestros conciudadanos. Tiene que parar”.
La ocupación de Ottawa es el resultado de una coordinación sin precedentes entre varias organizaciones y activistas antivacunas y antigubernamentales y ha sido aprovechada por grupos similares en todo el mundo.
Una de las organizaciones convocantes, Action4Canada, inició casos legales contra el uso de la mascarilla y los mandatos de vacunación. En una demanda de 400 páginas alegan que el “falso anuncio de una ‘pandemia’ de COVID” fue promovido, al menos en parte, por Bill Gates y un “nuevo orden (económico) mundial” para facilitar la inyección de microchips habilitados para 5G en la población.