Redacción.- Por segunda vez en este año, periodistas en distintos estados del país, se unieron para exigir un alto a la violencia contra la prensa. En la capital yucateca, el Monumento a la Patria fue la sede de la movilización de los periodistas, quienes colocaron cinco sillas con las fotografías de los reporteros asesinados en los estados de Baja California (2), Michoacán, Veracruz y Oaxaca.
También los manifestantes leyeron un comunicado nacional, donde se establece la difícil situación que impera en los y las trabajadoras de los medios informativos.
Señalaron que el gremio periodístico de México atraviesa por la crisis más violenta en el país desde el 2017, cuando aún gobernaba el régimen neoliberal. En los primeros 42 días de este año, cinco de nuestros colegas fueron asesinados:
- José Luis Gamboa Arenas, 10 de enero, Veracruz.
- Margarito Martínez Esquivel, 17 de enero, Tijuana.
- Lourdes Maldonado López, 23 de enero, Tijuana.
- Roberto Toledo Barrera, 31 de enero, Zitácuaro.
- Heber López Vásquez, 10 de febrero, Salina Cruz.
De acuerdo con cifras de la organización Artículo 19, del 2000 a la fecha, suman 150 asesinatos de periodistas en México, posiblemente relacionados con su labor.
138 eran hombres y 12 eran mujeres.
De estos crímenes, 47 se registraron cuando Enrique Peña Nieto estaba al frente de la presidencia y 30 en la actual gestión de Andrés Manuel López Obrador. Veracruz,
con 31 asesinatos; Guerrero y Oaxaca, con 15; Tamaulipas, con 14; y Chihuahua, con 28; son los estados con mayor número de asesinatos de periodistas
acumulados a la fecha. Sin embargo, en todo el territorio del país se han registrado atentados, desapariciones, hostigamientos, amenazas, campañas de desprestigio y otros ataques contra la prensa. Desde el 2003, 23 periodistas han desaparecido. Tan sólo en el primer semestre del 2021, en México se agredió a un periodista cada 12 horas, de acuerdo con datos de Artículo 19.
Dichas agresiones son perpetradas principalmente por los gobiernos coludidos con el crimen organizado, en un claro esfuerzo por callar las voces de quienes nos
dedicamos a la labor informativa, cuestionando y contrastando datos, con el único fin de contribuir a que la sociedad forje su criterio propio.