Redacción.- Las zonas arqueológicas de Aké y Acanceh reabrieron en marzo pasado, luego de dos años de permanecer cerradas al público. Recibieron a 674 visitantes, reveló el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Por ende, en Yucatán sólo siete de los 17 sitios abiertos al público siguen sin operar a dos años del cierre de las zonas arqueológicas de México ante la pandemia de Covid-19.
Hoy, la dependencia federal informó de la reapertura de las ciudades prehispánicas de Aké y Acanceh, durante marzo pasado, aunque no especificó la fecha exacta.
En México, el primer infectado de Covid-19 apareció el 27 de febrero del año en curso, y 16 días después, el 12 de marzo se registró el primer caso en Yucatán, y días después se emitió el decreto federal para la interrupción temporal de la actividad escolar, laboral y recreativa, así como la movilidad en el espacio público.
Por ende, para prevenir la propagación del coronavirus 2 del Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS-CoV-2) causante de la enfermedad Covid-19 en la República Mexicana, se decidió cerrar las 178 zonas arqueológicas abiertas al público así como los 101 museos del país, a partir de la última semana de marzo de 2020, y de manera paulatina empezaron a abrir en septiembre del mismo año, aunque muchos sitios, la reapertura aún no llega.
A consecuencia de la pandemia, Chichén Itzá cerró sus puertas el 20 de marzo, un día después del equinoccio de primavera, mientras que las 16 zonas arqueológicas restantes, a partir del 23 del mismo mes, como parte del decreto federal.
Según el Atlas Arqueológico de Yucatán, en la entidad hay poco más de dos mil sitios prehispánicos, de los cuales, sólo 17 están abiertos al público, todos ellos distribuidos en 11 municipios, específicamente Acanceh, Dzemul, Izamal, Maxcanú, Mérida, Oxkutzcab, Santa Elena, Tecoh, Tekax, Temozón y Tixkokob.
Tras el cierre por Covid-19, a nivel nacional, la reapertura fue gradual y en el caso de Yucatán, luego de 175 días, el 14 de septiembre de 2020 inició la reapertura de las ciudades precolombinas mayas de la entidad, empezando con Ek’Balam, Izamal, Mayapán, Uxmal e Xcambó.
Posteriormente, el 22 del mismo mes fue Chichén Itzá y Dzibilchaltún, tras 186 días, en ambos casos, pues no deseaban una aglomeración de visitantes en ambas urbes mayas, pues un día anterior fue el equinoccio de otoño.
Ek’Balam, Izamal, Mayapán, Uxmal e Xcambó permanecieron cerradas 183 días; en el caso de Chichén Itzá fueron 194 días, y en Dzibilchaltún fueron 249 días.
Recientemente, el pasado 7 de febrero, los ejidatarios de Chablekal bloquearon el acceso a Dzibilchaltún, por lo que no pueden ingresar turistas ni los trabajadores de la dependencia federal así como del Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos (Cultur), por lo que ya llevan 58 días.
Del 23 de marzo de 2020 a la fecha aún no se abren al turismo siete urbes precolombinas y sitios de interés, específicamente, Chacmultún, Grutas de Balamcanché, Grutas de Loltún, Labná, Oxkintok, Sayil e Xlapac, es decir, ya llevan 745 días sin actividad alguna.