Redacción.- En el caso de viruela símica , el jefe de atención médica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), Mario Alcocer Basto, recomendó al personal de salud y a población en general reforzar las medidas de prevención como: lavado de manos constante, uso de cubrebocas y no caer en pánico.
Refirió que esta enfermedad se transmite principalmente por contacto directo o indirecto con la sangre, fluidos corporales, secreciones de las vías respiratorias, lesiones de la piel, o con objetos contaminados de animales y/o personas infectados.
Señaló que quienes resultan contagiados por esta la Viruela Símica, presentan síntomas como erupciones o lesiones en la piel; fiebre; dolores de cabeza intensos, musculares, y espalda; poca energía y ganglios linfáticos inflamados. Este padecimiento dura de dos a cuatro semanas aproximadamente y no existe tratamiento, ni vacuna específica.
“Las lesiones afectan más al rostro, las palmas de las manos y los pies, que es donde más aparecen las pápulas, éstas pueden ser planas o ligeramente elevadas, con líquido transparente o amarillento, para después formar costras, secarse y caerse. La erupción generalmente comienza en el primer o tercer día cuando aparece la fiebre, y tiende a presentarse en la cara, manos y pies, así como en boca, genitales y ojos”, indicó.
Informó que en la mayoría de los casos, los síntomas de la Viruela Símica desaparecen por sí solos en unas pocas semanas, las complicaciones de los casos graves incluyen neumonía, confusión e infecciones de la piel y oculares, las cuales pueden provocar la pérdida de la visión, sin embargo esto ocurre con otras comorbilidades en el paciente.
La Viruela Símica es una enfermedad causada por un virus, al que se conoce como viruela del mono. Se trata de un padecimiento zoonótico viral, lo que significa que puede transmitirse de animales a humanos y propagarse entre la población.
Recomendó a la población que en caso de presentar síntomas, acudir al médico de manera inmediata y resguardarse para evitar contagios.