Redacción.- Con un concierto que incluyó ritmos de balada, ranchero, jarana, salsa y bolero, se develó e ingresó el óleo de la compositora Conchi Garma a la galería de valores de la música del Museo de la Canción Yucateca.
Momentos antes del recital, dieron a conocer esta pintura la titular de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), Loreto Villanueva Trujillo, y la propia homenajeada, acompañadas de sus familiares; la vicepresidenta del lugar, Ligia Lara Lara; la secretaria del Consejo Directivo del mismo, Elena Fernández Moral, y el presidente emérito de la Sociedad Artística “Ricardo Palmerín”, Luis Pérez Sabido.
La funcionaria felicitó a la cantautora, oriunda de Izamal, y reconoció su trayectoria. “Esta noche, celebramos la vida de una gran compositora yucateca quien, con su sensibilidad y talento, ha puesto en alto a nuestra cultura, influyendo en la preservación de la identidad y la trascendencia de la creación musical como la forma más bonita de hacernos sentir la libertad del espíritu”, expresó.
Asimismo, dijo que, para la dependencia y la actual administración, una de las misiones más importantes es “impulsar la presencia de los talentos yucatecos, recuperar y mantener siempre vigente el legado de las y los artistas, como el de nuestra homenajeada, quien ya forma parte de la historia musical”.
El concierto, que contó con acompañamiento del pianista Iván Niquete y los Trovadores de Yucatán, incluyó canciones de la homenajeada, a las que dieron vida las y los cantantes Piti García, “Como duele el amor”; Rubí, “Qué bonito siento”; Alex Moguel, “No puedo olvidarte”, y Monika Durán, “Mi despedida”.
La velada continuó con la actuación de las y los intérpretes Beatriz Cervera, Maricarmen Pérez, Jesús Armando y Cony Ancona, quienes prestaron sus voces para deleitar al público que acudió al museo, con los temas “Juan Pablo II”, “Yabucú”, “Regresa” y “Un gran amor”, respectivamente.
Por último, Víctor Martínez cantó “Hoy no voy a pensar en ti” y Marilú Basulto, “Mi condena”, para dar paso a la propia laureada, que finalizó con las obras de su inspiración “Recuerdos” y “Lindo Izamal”. El encargado de leer la semblanza de la cantautora fue el locutor y letrista Ariosto Aké.
María Concepción Garma Gutiérrez nació el 18 de febrero de 1961; escribió su primera canción a los 14 años, con el título “Reza”; en Mérida, participó en programas y concursos de televisión, que promovía Jorge “Primo” Abraham, y en 1976, se estableció en Ciudad de México, donde recibió clases de Manuel López Avila y conoció al compositor Roberto López Gali.
Después, en 1979, creó su primer bolero, “Gracias amor”; en 1985, cambió su residencia a Jalapa, Veracruz, donde se dedicó a desarrollar su faceta de autora, y para 1989, participó en el Festival Latinoamericano del Bolero, en el cual obtuvo el primer lugar, con el tema “No puedo olvidarte”, que interpretó Lorena del Villar.
Fue en 1992 cuando regresó a Mérida y compuso “Juan Pablo II”, que cantó ante el papa en el encuentro de etnias indígenas, en el convento de Izamal, y en junio de 2005, recibió un reconocimiento del Cabildo de Mérida, durante las serenatas en el parque de Santa Lucía.
Su primera producción discográfica, Esa mujer, llegó en 2007; para 2015, se incluyó su jarana “Mi lindo Izamal” en el álbum de la Orquesta Típica Yukalpetén, y en 2019, celebró 45 años de trayectoria. Ha aportado más de 300 piezas, que han grabado Manoella Torres, Aranza, Beatriz Cervera, Jesús Armando, Lenny Sánchez y Víctor Martínez, entre otros.