Redacción / Comunicado de la Unión de Pobladoras y Pobladores de Chablekal, Mérida, Yucatán.- Aquí en Chablekal nos hemos enterado de las declaraciones de Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) quien decía que el gobierno de México garantizará, como no se había hecho antes, la salvaguarda del patrimonio arqueológico de los pueblos indígenas. Esto lo declaró el director públicamente en la mañanera del jueves 12 de enero del 2023 y pareciera ser una gran noticia para muchos pueblos que tienen en riesgo sus muules y otros vestigios de los pueblos antiguos (zonas arqueológicas) como es el caso de Chablekal, que es el pueblo maya heredero de una de las ciudades más sobresalientes en las épocas antiguas en el norte de la Península, actualmente conocida internacionalmente como Dzibilchaltún. También porque los mayas de Chablekal somos los guardianes de uno de los últimos montes del pueblo en donde también hay vestigios arqueológicos que se encuentran amenazados por las ventas del ejido y la voracidad de los especuladores inmobiliarios.
En los últimos meses la prensa ha divulgado el conflicto que atraviesa el ejido de Chablekal con el gobierno federal ya que los ejidatarios exigen el pago de las tierras en donde hay vestigios arqueológicos, mismas tierras que hasta hace unas cuantas décadas fueron declaradas parte del parque nacional Dzibichaltún para su conservación. Hace poco más de diez años los ejidatarios entablaron una serie de demandas para que les sean pagadas esas tierras pues alegan ser los únicos propietarios. Las declaraciones de Diego Prieto nos generan una serie de preguntas y dudas que nos hacemos las y los pobladores mayas de Chablekal que no somos ejidatarios ya que si bien es cierto que existe una ley agraria que regula las tierras de los dueños que son los ejidos, también existen leyes y tratados internacionales firmados por México que garantizan nuestro derecho como mayas a la tenencia de la tierra y el territorio.
En la Unión de Pobladoras y Pobladores de Chablekal por el Derecho a la Tenencia de la Tierra, el Territorio y los Recursos Naturales, cuestionamos muchas de las declaraciones del gobierno de México porque en la realidad hace lo contrario de lo que dice. La Unión de Chablekal mantiene desde hace ocho años una lucha por conservar su territorio que se ha visto reflejado en un litigio en los tribunales agrarios en contra de las y los ejidatarios de Chablekal ante las ventas indiscriminadas del territorio de nuestro pueblo. En esos montes vendidos por los ejidatarios se encuentran vestigios arqueológicos que formaron alguna vez parte de nuestro patrimonio, vestigios de quienes vivieron antes de nosotros pero que hoy en día han sido destruidos o bien son parte de los grandes complejos habitacionales de la industria inmobiliaria. Este patrimonio incluía además cenotes sagrados y aguadas que también han sido destruidos. El despojo del territorio que el núcleo de ejidatarios le ha hecho al pueblo maya de Chablekal es irreversible, sin embargo, las acciones del gobierno federal pueden poner un freno a ese despojo si de verdad el gobierno de México prestara atención a lo que dicen los pueblos y no solo a los ejidatarios. En la Unión de Pobladores nos indigna mucho el actuar del encargado del centro INAH Yucatán José Chab Cardenas, a quien en repetidas ocasiones le hicimos saber nuestras inquietudes y demandas sobre un posible pago a los ejidatarios por las tierras de Dzibichaltún. Le recalcamos que en todo caso el dinero fuera usado en proyectos de interés público que beneficiará todo el pueblo de Chablekal y no solo a un pequeño grupo de ejidatarios porque Dzibichaltún es de todos los mayas que vivimos aquí. También le recalcamos que es hora de que el gobierno reconozca los derechos de los pueblos originarios, solamente así podrá comprenderse que urge que la tenencia de la tierra se entienda de otra manera, y que se contemple el derecho de los pueblos originarios a libre determinación.
Diego Prieto dejó muy en claro que todas las ciudades antiguas que se encuentra en las tierras de los pueblos serán respetadas y no podrán construirse nada. También dijo que se garantizará la integridad de estos sitios porque son patrimonio de la nación. El discurso es más o menos bueno, pero consideramos que sigue escondiendo que esas ciudades antiguas son patrimonio de la nación maya antes de que sea de la nación mexicana, y eso todavía no se reconoce. Para el caso anunciado es urgente que el gobierno mexicano haga su trabajo, que es garantizar los derechos de los pueblos mayas a su territorio efectuando acciones encaminadas al resguardo de los montes y vestigios antiguos. Les recordamos que la Unión resguarda un monte de aproximadamente 300 hectáreas llamado Misnebalam, al que le hemos llamado el último rincón de monte del pueblo de Chablekal, pues ya no queda nada más. La estamos cuidando para que el ejido no la venda, hemos interpuesto amparos y logrado suspensiones para su cuidado, tenemos dictámenes técnicos que indican que lo que cuidamos es un bosque tropical o selva baja caducifolia; y a pesar de todo esto el ejido no ha parado de actuar para venderlo y con ello destruir el monte y los vestigios arqueológicos. Debe de saberse que el INAH Yucatán ha hecho caso omiso a un grupo de pobladores que constituimos un consejo de vigilancia para salvaguardar junto con el instituto los vestigios arqueológicos que tiene los montes que resguardamos. Después de más de un año la delegación Yucatán nos ha respondido diciendo que el INAH de México no ha hecho caso a nuestro consejo.
Desde la Unión de pobladores de Chablekal le exigimos al gobierno de México que reconozca que somos guardianes del monte y los vestigios arqueológicos de Misnebalam que tenemos en nuestra posesión y que garantice que ni el ejido ni ningún empresario lo venda y lo destruya. También manifestamos nuestra preocupación ya que el caso de Dzibichaltún revela cómo al gobierno de México y al INAH le hace falta escuchar a los pueblos mayas y no solo a los ejidatarios. Lo sucedido con Dzibichaltún ha sido una oportunidad perdida por el gobierno de Mexico para sentar un precedente que reconozca lo que exigimos los mayas vivos de hoy que defendemos nuestros antiguos pueblos, pero sobre todo que los mayas no somos sólo ejidatarios, pobres o campesinos, sino una nación que también ha sido y es propietaria de esas zonas arqueológicas.
Chablekal, Yucatán, 18 de enero de 2023.