Redacción.-Hasta el momento, la mesa de diálogo con los ejidatarios, artesanos, ambulantes y guías de turistas de Chichén Itzá continúa sin problema alguno, afirmó el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Yucatán, José Arturo Chab Cárdenas, al refutar la versión de un nuevo cierre de la zona arqueológica.
Asimismo, afirmó que el conflicto con los ejidatarios de Dzibilchaltún está resuelto, y lamentó el clima de inestabilidad que se pretende crear en Ek’Balam, ya que terceras personas se aprovechan de la población.
Incluso, descartó que en Chacmultún se pretenda crear un conflicto utilizando a ejidatarios, ya que la situación es ajena a ellos.
El funcionario federal remarcó la importancia de mesa de trabajo proactiva, en la cual se atiende a las comunidades aledañas al sitio, con temas inherentemente ejidales y otro relacionado con a dichas poblaciones.
Añadió que se hay efectuado mesas de asesoría jurídica así como de revisión de expedientes, y ahora, “lo que sigue es establecer convenios de colaboración de las comunidades con el INAH”.
Chab Cárdenas aseveró que “se establecieron mecanismos de trabajo, de tal manera que ellos se ven atendidos y el INAH puede atender y conservar el patrimonio cultural”.
En torno al supuesto rumor de otro posible cierre de la zona arqueológica, Chab Cárdenas refutó tal versión y aseveró que “a diario son las mesas de trabajo, y hasta el momento, nunca se manifestó esa inquietud”.
Por lo pronto, “hay un acuerdo en común, la de procurar que la zona arqueológica permanezca abierta, para detonar la actividad económica de las poblaciones aledañas al sitio”.
Dzibilchaltún
Por otra parte, en torno a las demandas de la Unión de Pobladores de Chablekal por el Derecho a la Tenencia de la Tierra, el Territorio y los Recursos Naturales” que reclama el pago de las tierras ejidales de Dzibilchaltún, aclaró que hay un acuerdo firmado con los ejidatarios.
El director del Centro INAH Yucatán recomendó a dicha asociación a que haga los trámites correspondientes para la atención de sus demandas.
En el caso de los ejidatarios de Ek’Balam, sentenció que están desinformados, mal asesorados por personas que desconocen la ley, se han reunidos con funcionarios que nada tienen que ver con el gobierno federal.
Reprobó la actitud de asociaciones y ejidatarios que pretenden crear cortinas de humo en torno a las zonas arqueológicas para afectar el proyecto del Tren Maya.
Finalmente, descartó un posible lío con la zona arqueológica de Chacmultún, donde se construye un Centro de Atención al Visitante (Catvi), ya que es propiedad privada y parcelas.