Redacción.- El presidente Andrés Manuel Lopez Obrador anunció la “adquisición de 13 plantas de generación de energía eléctrica” a la empresa española Iberdrola con la que había mantenido enfrentamientos a lo largo de su sexenio. Según el gobierno federal, con dicha adquisición crecerá el “patrimonio nacional en materia energética”.
En un mensaje en sus redes sociales, el mandatario informó que el Gobierno de México firmó el convenio de compra y el equipamiento será operado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“Es una nueva nacionalización. (…) Con esto resolvemos para el corto y mediano plazo el consumo de energía eléctrica que requiere el país en plano crecimiento y lo más importante de todo: de esta forma garantizamos que no aumenten los precios de la energía eléctrica a los consumidores”, enfatizó.
En Palacio Nacional, el mandatario se reunió con el presidente ejecutivo de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán; el director general de Iberdrola México, José Enrique Alba Carcelén y el director de Desarrollo Corporativo de la empresa, David José Mesonero Molina, quienes lo acompañaron a dar la noticia de la operación que calificó como histórica el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O.
Según el presidente las 13 plantas incrementan la capacidad total de generación de la CFE del 39 al 55 por ciento. En la región noreste, apuntó, la incrementa del 7 al 45 por ciento.
“Le da una masa crítica de operación mucho mayor que la que hoy tiene, lo que le va a facilitar el disponer de sus economías internas y finalmente redundar en menores costos para la generación de electricidad por unidad de kilowatt. Ese es el propósito. El beneficiario final es el pueblo de México”, precisó.
El costo estimado de la compra fue de alrededor de 5 mil 943 millones de dólares.
El presidente ejecutivo de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán, aseguró que el diálogo, los acuerdos y el respeto a la política energética del actual gobierno federal contribuyeron a concretar la transacción.
“Hemos entendido cuál es la política energética de su gobierno y esa política nos ha llevado a buscar una situación que sea buena para el pueblo de México y que, al mismo tiempo, cumpla con los intereses de nuestros accionistas”, precisó.
La adquisición de las 13 plantas, la construcción de nuevas y la modernización de hidroeléctricas a cargo de la CFE, posibilitará que el Estado mexicano tenga a finales del sexenio, alrededor del 65 por ciento de toda la generación de energía eléctrica, lo que significa el rescate definitivo de la empresa pública.
“No debemos de apostar a la privatización en actividades sociales y en actividades estratégicas para el pueblo y para la nación”, subrayó el presidente acompañado del director general de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz.
Reafirmó que el Gobierno de la Cuarta Transformación concluirá sin aumentos en precios de la electricidad y de los combustibles.