Vibrio vulnificus, la “bacteria carnívora”, ha causado muertes y amputaciones, extendiéndose más allá de su región habitual de la Costa del Golfo de México y el Caribe a estados como Nueva York, Carolina del Norte y Connecticut, según medios estadounidenses. Un aumento en los casos de Vibrio vulnificus ha aumentado la preocupación sobre esta rara bacteria “carnívora”, que puede provocar amputaciones o extirpación extensa de tejido incluso en aquellos que sobreviven a sus infecciones. Las autoridades sanitarias estadounidenses han alertado que está presente en las aguas del Golfo de México y el Caribe mexicano.
Cada año se notifican a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos entre 150 y 200 casos de infecciones por V. vulnificus. Alrededor del 20 por ciento de los infectados mueren uno o dos días después de haber sido infectados. Vibrio vulnificus prospera en aguas cálidas, saladas y salobres. Por lo tanto, las infecciones por V. vulnificus son las más comúnmente reportadas en los estados de la costa del Golfo como Texas, Luisiana, Mississippi, Alabama y, en particular, Florida, que tiene una de las costas más largas de Estados Unidos.
Los investigadores descubrieron que los huracanes y las inundaciones pueden aumentar la prevalencia de V. vulnificus en las aguas costeras. Dado que V. vulnificus es más raro en aguas costeras, Colwell se sorprendió por la concentración de la bacteria detectada en muestras de agua. El huracán Ian creó un entorno que facilitó el crecimiento de la bacteria Vibrio, señala Epoch Health.
“Muchas personas con una infección por Vibrio vulnificus requiere cuidados intensivos o la amputación de extremidades”, advierten autoridades sanitarias estadounidenses.
Los CDC (Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos) alertaron a los ciudadanos estadounidenses que la bacteria mortal está presente en las costas estadounidenses y en el Golfo de México y aguas del Caribe. Se reproduce rápido durante el verano, porque gusta de aguas cálidas.
Los contagios se pueden dar cuando la bacteria entra en contacto a través de heridas en la piel, pero también por comer comer ostras, pescados y mariscos que estén crudos o poco preparados