Un bombardeo con aviones no tripulados tuvo como objetivo a las fuerzas estadounidenses en la base de campo de Al-Omar dentro de Siria. Asimismo, se informó que el ejército estadounidense llevó a cabo un ataque en Bagdad contra un dirigente de una facción iraquí que se cree es responsable de ataques contra las fuerzas estadounidenses. En efecto. Al menos dos personas murieron, entre ellas el subcomandante en un ataque realizado contra el cuartel de operaciones del Cinturón de Bagdad en las Fuerzas de Movilización Popular, Hajj Mushtaq Talib al-Saidi.
El Ejército de Irak responsabilizó a la coalición internacional liderada por Estados Unidos de realizar este jueves un ataque con dron, en el este de Bagdad, contra una sede de las Unidades de Movilización Popular de Irak, que forman parte del Eje de Resistencia y a las que Washington acusa de ser proiraníes.
Yahya Rasoul, portavoz militar del primer ministro iraquí, Mohammed Shia’ al-Sudani, dijo que el atentado en la capital iraquí de Bagdad provocó varias víctimas mortales, y calificó los hechos como casi un “acto terrorista”
“No existe la justificación del ataque contra Hashdi Shaabi (conocido como Fuerzas de Movilización Popular) que opera con una autorización otorgada por el primer ministro. Las Fuerzas Armadas de Irak responsabiliza a las fuerzas de coalición por este ataque”, aseguró el portavoz, quien dijo que este incidente “ha socavado todos los acuerdos entre las FAS de Irak y la coalición internacional”.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud documentó casi 600 ataques desde el 7 de octubre a los hospitales y otras infraestructuras médicas vitales en los territorios palestinos, en los que 613 personas han muerto. Las embestidas han afectado a 94 centros sanitarios, entre los que se encuentran 26 hospitales dañados del total de 36 que hay en la Franja de Gaza.
Los hospitales de Gaza y Cisjordania y otras infraestructuras médicas vitales han sido atacados casi 600 veces desde que estalló la guerra en Gaza como respuesta al ataque dirigido por Hamás en el sur de Israel, según informó el viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En esos 600 ataques, unas 613 personas han muerto en las instalaciones y más de 770 han resultado heridas.
El portavoz de la OMS, Christian Lindmeier, condenó la continuación de los combates y los bombardeos y afirmó que “la reducción del espacio humanitario y los ataques contra la asistencia sanitaria están llevando a la población de Gaza a una situación límite”.
Los ataques han afectado a 94 centros sanitarios, entre los que se encuentran 26 hospitales dañados del total de 36 que hay en la Franja de Gaza.
Los niños están atrapados en una pesadilla
La directora del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) afirmó en un comunicado que los niños de Gaza “están atrapados en una pesadilla que empeora cada día que pasa”.
Catherine Russell señaló que las vidas de los más pequeños “corren cada vez más peligro debido a enfermedades prevenibles y a la falta de alimentos y agua“. Todos los niños y civiles deben estar protegidos de la violencia y tener acceso a servicios y suministros básicos”, añadió.
Los casos de diarrea en niños menores de cinco años aumentaron de 48.000 a 71.000 en sólo una semana a partir del 17 de diciembre, lo que equivale a 3200 nuevos casos de diarrea al día.
Russell subrayó que este aumento significativo indica que la salud infantil en Gaza se está “deteriorando rápidamente”. Antes de la escalada de las hostilidades, se registraba una media de 2000 casos al mes de diarrea en menores de cinco años.
Esfuerzos de socorro estancados
En un comunicado emitido por la portavoz de la Oficina de Coordinación para los Asuntos Humanitarios (OCHA), los trabajadores humanitarios dejaron claro el jueves que la velocidad y el volumen de la ayuda se ven continuamente obstaculizados por las condiciones sobre el terreno.
“La ONU y nuestros socios humanitarios están comprometidos y siguen haciendo todo lo que pueden para satisfacer las crecientes necesidades en Gaza. Sin embargo, el entorno operativo y la capacidad de respuesta siguen viéndose obstaculizados por los riesgos de seguridad, las limitaciones de movilidad, los retrasos y las denegaciones“, apuntó Eri Kaneko.
“Las múltiples inspecciones, las largas colas de camiones y las dificultades en los pasos fronterizos siguen obstaculizando las operaciones. En el interior de Gaza, las operaciones de ayuda se enfrentan a bombardeos constantes, en los que han muerto trabajadores humanitarios y algunos convoyes han sido tiroteados”, señaló.
La portavoz aclaró que otros problemas son las malas comunicaciones, las carreteras dañadas y los retrasos en los puestos de control.
“Una operación de ayuda eficaz en Gaza requiere seguridad, personal que pueda trabajar con seguridad, capacidad logística y la reanudación de la actividad comercial”, concluyó Kaneko.
142 miembros del personal de la UNRWA muertos
Mientras tanto, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) informó que el número total de personal muerto desde el comienzo de las hostilidades asciende a 142.
El organismo detalló que desde el 7 de octubre del año pasado, hasta 1,9 millones de personas han sido desplazadas en toda la Franja de Gaza, algunas de ellas varias veces.
Esta cifra representa más del 85% de la población de Gaza, recalcó la Agencia, añadiendo que las familias se han visto obligadas a desplazarse “repetidamente en busca de seguridad”.
Cerca de 1,4 millones de desplazados internos se refugian ahora en 155 instalaciones de UNRWA en las cinco provincias de la Franja. Esta cifra incluye 160.000 en el norte y en la ciudad de Gaza, según datos revisados por última vez poco después de que comenzara la escalada.
Otras 500.000 personas “se encuentran en las proximidades de estas instalaciones y reciben asistencia” de UNRWA.
La OIM hace un llamamiento de 69 millones de dólares
Por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) hizo un llamamiento urgente por valor de 69 millones de dólares para apoyar su respuesta a las crecientes y críticas necesidades humanitarias en los Territorios Palestinos Ocupados.
Los fondos requeridoo ayudarían también a los países vecinos afectados por las hostilidades en curso en Gaza.
En un comunicado, la agencia de la ONU afirmó que cientos de miles de civiles necesitan ayuda desesperadamente. Pero hacerles llegar la asistencia sigue siendo muy complicado debido a “los largos procedimientos de autorización para los camiones de ayuda humanitaria en la frontera y la intensa operación terrestre, al igual que los combates”.
Las “frecuentes interrupciones” en las redes de comunicación también han impedido la coordinación de la ayuda humanitaria, según la agencia, “junto con la inseguridad, las carreteras bloqueadas y la escasez de combustible”.
La OIM precisó que fuera de Gaza el deterioro de la situación de seguridad en las zonas fronterizas entre Israel y Líbano ha obligado a unas 76.000 personas a abandonar sus hogares en el sur de Líbano.