Por Ángel Bocanegra para Infolliteras.- El Partido de la Revolución Democrática vive sus últimos días como partido, aunque su legado en la política, bueno y malo, perdura.
Fue un semillero de políticos, de organizaciones sociales, alcanzó momentos de gloria, pero cometió “errores de cálculo político”.
Quizá el error más grande que cometió fue el firmar “El Pacto por México” con Enrique Peña Nieto, para llevar a cabo diversas reformas estructurales, muchas de ellas nocivas contra el pueblo de México.
Pero como inexperto ladrón, al PRD fue al único que cacharon, muchos morenistas que estaban en ese partido en el Senado, durante este ignominioso “pacto”, ahora son miembros de la Cuarta Transformación.
Igual sucede con un gran número de priistas y de verde ecologistas, que avalaron todo, todo, incluso las “rondas petroleras”, pero hoy están santificados por estar “de lado correcto de la historia”. Solo agarraron “al tonto de amarillo” negociando con el PRI. Y compararon el odio de Andrés Manuel López Obrador.
Difícilmente alcanzará el 3 por ciento para salvar el registro como partido político.
Los “Chuchos” lo hundieron, pero esa es otra historia.
Mientras tanto, como pelota de béisbol bateada de jonrón: “el PRD se va, se va”.
CIRCUITO EXTERIOR…En el Estado de México, para el PRD la cosa está peor. Omar Ortega Álvarez y Agustín Barrera, finalmente lograrán sus sueños: “acabarse el partido que los enriqueció”.
Como los “hijos que dilapidaron la fortuna del abuelo” estos dos sujetos, negociaron en su momento con Alfredo del Mazo, y ahora con Horacio Duarte, la entrega de ese partido a cambio de posiciones y dinero, olvidándose de los principios.
En sus garajes, lucen sus motocicletas y autos antiguos. No van a llegar al Congreso de la Unión, ni al congreso local ni ellos, ni sus personeros ni personeras.
Ellos junto a Cristián Campuzano, se acabaron “la fortuna” del PRD.
Desconocieron a Héctor Bautista y a los Chuchos.
Y según ellos “iban por el PRD Nacional”. El chiste se cuenta solo.