Luego de la muerte del trabajador Reyes de Jesús Kuk Iuitz, de 35 años de edad, en la planta de la empresa Kekén ubicada en Umán, Yucatán, la empresa emitió un comunicado en el que dice que falleció durante “maniobras rutinarias” con el elevador de carga, el que se habría atascado. Jesús Kuk habría perdido el equilibrio al intentar auxiliar a una compañera de trabajo que se encuentra fuera de peligro, desmintiendo versiones de que habría fallecido. Asimismo, se dio a conocer que las autoridades de la Fiscalía General del Estado realizan las investigaciones correspondientes.
En efecto. Un trágico accidente ocurrió el martes pasado en la planta de Kekén en Umán ubicada en el kilómetro 3 de la carretera antigua Umán–Poxilá.
En el percance un hombre perdió la vida tras caer de una altura aproximada de cuatro metros mientras realizaba sus labores.
Dos trabajadores que laboraban en el área del Almacén de Empaque sufrieron un incidente mientras operaban una plataforma de carga utilizada para trasladar cajas de cartón a un nivel superior, falleciendo uno al caer sobre el ascensor, según versión de la empresa.
Asimismo, ante el dolor comprensible de la familia, la empresa aseguró que se solicitaron los servicios de atención médica externa y se notificó a las autoridades competentes. Los familiares en declaraciones posteriores al fallecimiento de Jesús Kuk se quejaron de que no los dejaron entrar al lugar del accidente. El trabajador deja a una joven esposa con un niño de tres años de edad.
De acuerdo con la información preliminar, un elevador quedó atascado momentáneamente durante su descenso y en un intento por liberar el mecanismo “sin seguir los protocolos de seguridad establecidos”, la plataforma cedió de forma repentina, provocando la caída de uno de las trabajadoras que se encontraba a bordo. Simultáneamente, el otro colaborador perdió el equilibrio desde la parte superior del edificio, cayendo sobre el elevador, lo que le causó la muerte inmediata.

