La presencia del excardenal peruano, Juan Luis Cipriani, quien fue acusado y condenado por abusos sexuales, en las exequias del Papa Francisco, ha generado controversia dentro de la Iglesia Católica.
Cipriani fue acusado de abuso sexual, lo que ha llevado a que su participación en el Vaticano sea cuestionada.
El cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, peruano de 81 años, y primer cardenal del Opus Dei, fue sancionada por el Papa Francisco en enero pasado por abusos sexuales cometidos contra un joven en décadas pasadas: entre las sanciones, de hecho, al purpurado se le "prohibió usar los hábitos y las insignias cardenalicias".
Sin embargo, el purpurado fue visto ayer en Santa Maria Maggiore, donde fue enterrado el Papa Francisco, vistiendo el hábito cardenalicio rojo.
En enero pasado, el Vaticano dio a conocer la imposición de medidas disciplinarias contra el cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, arzobispo emérito de Lima (Perú) por las denuncias de abusos sexuales.
En un boletín, el Vaticano informó que las sanciones existen y siguen siendo válidas y vigentes. Así lo confirmó el domingo 26 de enero, a los periodistas el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, tras las informaciones de la prensa española sobre las denuncias contra el cardenal presentadas ante la Santa Sede en 2018, referidas a abusos que Cipriani habría cometido a principios de los años ochenta. Acusaciones que dieron lugar a una serie de sanciones, entre ellas la obligación de abandonar su país de origen.
Asimismo, Bruni confirmó en su comunicación que "tras aceptar su dimisión como arzobispo de Lima", al cardenal "se le impuso un precepto penal con ciertas medidas disciplinarias relativas a su actividad pública, lugar de residencia y uso de insignias".
La medida en cuestión fue "firmada y aceptada" por Cipriani. "Y aunque en ocasiones puntuales se concedieron ciertos permisos para atender peticiones debidas a la edad y situación familiar del cardenal, en la actualidad, este precepto sigue vigente", subrayó el portavoz.
En una carta, Cipriani, de 81 años y actualmente residente en Madrid, calificó las acusaciones de "completamente falsas".
"No he cometido ningún delito ni he abusado sexualmente de nadie ni en 1983, ni antes ni después", reza el texto, en el que el cardenal confirma la existencia de una denuncia en su contra en 2018 y el hecho de que, en 2019, sin que se abriera un proceso, fue informado por el nuncio en Perú de que la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe le había impuesto una serie de sanciones. Entre ellas, la limitación del ministerio sacerdotal, una residencia permanente fuera del país y el silencio. "Cosa que he hecho hasta ahora", escribió Cipriani.
El purpurado consideró "grave" el hecho de que se publiquen informaciones que parecen proceder "de documentación reservada por la Santa Sede que ni siquiera yo tengo en mi poder". Asimismo, reitera su total rechazo y repulsa hacia los abusos sexuales de menores y personas vulnerables. Concluyendo la nota, el arzobispo emérito de Lima asegura oraciones por las víctimas y afirma que no guarda "rencor al acusador" y declara su "total inocencia".
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