Redacción.- En el transcurso del año pasado, Yucatán se ubicó entre las seis entidades con mayor tasa de muertes fetales del país, al registrar un nonato cada 16 horas, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En el transcurso de ese año, en México se registraron 23 mil defunciones fetales, con lo que se obtiene una tasa de 1.44 habitantes por cada 10 mil con la captación tradicional y de 1.80 con la incorporación de la información captada por la Secretaría de Salud federal.
Las Estadísticas de Defunciones Fetales (EDF) se obtienen anualmente del aprovechamiento de los registros administrativos de las mil 435 oficinas del Registro Civil distribuidas en todo el país,
De acuerdo con los datos proporcionados, la tasa nacional de embarazos que terminaron en muerte fetal fue de 6.7 mujeres en edad fértil por cada 10 mil.
Las entidades federativas que presentaron las tasas más altas fueron: Guanajuato, con 9.2; Aguascalientes, con 9.1, y el Estado de México, con 8.7. Las tasas más bajas se registraron en Sinaloa, con 3.5, Oaxaca, con 3.7 y Quintana Roo, con 3.8.
A nivel nacional, fueron seis las entidades federativas con una tasa superior a ocho, tal el caso de Aguascalientes, Durango, el Estado de México, Guanajuato, San Luis Potosí y Yucatán.
En agosto se registró el mayor número de muertes fetales, con un total de 9.3 por ciento, seguido de mayo con el 9.0 por ciento así como de junio y septiembre, con el 8.7 porcentual para ambos.
En conjunto, la SSA y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atendieron a las madres que presentaron el 69.5 por ciento de las defunciones fetales. Por su parte, las unidades médicas privadas atendieron el 15 porcentual de estos casos.
Las afectaciones al feto por factores maternos y por complicaciones tanto del embarazo, como del trabajo de parto y del parto mismo fueron las principales causas de muerte fetal con el 46 por ciento. Le siguieron otros trastornos originados en el periodo perinatal con el 27.1 porcentual.
De las muertes fetales, el 83.5 por ciento ocurrió antes del parto, es decir, 19 mil 217 casos; el 15.3 por ciento durante el parto, tres mil 510, y el 1.2 porcentual de los casos no se especificó, o sea 273 casos.
El 82.5 por ciento de las mujeres recibieron atención prenatal, en tanto que el 15 por ciento no la recibió, y el 2.5 porcento no especificó si recibió o no atención médica durante el embarazo.
De las mujeres que asistieron a consulta médica, el 64.1 por ciento recibió entre una y cinco consultas; el 31 por ciento, entre seis y diez; el 2.3 por ciento, entre 11 y 15; el 0.5 por ciento, entre 16 y 20 y el 0.1 por ciento recibió más de 20. El dos porcentual no especificó la cantidad.
La mayor proporción de muertes fetales correspondió a embarazos únicos, 94 por ciento, seguida de los gemelares, el 5.7 por ciento y de los múltiples, el 0.3 porcentual.
Respecto al procedimiento de expulsión o extracción, que aplica cuando la edad gestacional del feto era de al menos 22 semanas, el parto vaginal es el que registró más casos, con nueve mil 623, el 65.6 por ciento, seguido de la cesárea, con cuatro mil 509 casos, el 30.7 por ciento. El resto de las categorías, con sus magnitudes, se aprecian en la siguiente gráfica.
Entre los abortos, que corresponden a los casos en los que la edad gestacional del feto era menor a las 22 semanas, el aborto espontáneo es el más común entre las muertes fetales, con siete mil 187 casos, el 87.2 porcentual.
El mayor número de muertes fetales se registró en fetos con un peso de hasta un kilo, el 58.2 por ciento. Por el contrario, la menor cantidad de casos correspondió a fetos con peso de cuatro mil un gramos a cinco mil g, con el 1.2 por ciento.
Según el sexo del feto, los hombres presentaron una mayor frecuencia, con 12 mil 18 casos, el 52.3 por ciento. Las mujeres tuvieron una frecuencia de ocho mil 902 casos, el 38.7 por ciento. En dos mil 80 casos, el nueve por ciento no se especificó el sexo.
Los grupos de edad de las mujeres que concentraron el mayor número de embarazos con alguna complicación que terminó con la muerte del producto fueron el de 20 a 24 años, con un 24.3 por ciento; el de 25 a 29, con 23.3 por ciento y el de 30 a 34, con 18.4 por ciento.
De las mujeres cuyo embarazo derivó en una muerte fetal, el 97.4 por ciento es de nacionalidad mexicana, el uno por ciento es extranjera y el 1.6 porcentual no lo especificó.
De las mujeres que tuvieron un embarazo que derivó en la muerte del producto, el 89.2 por ciento manifestó que no habla alguna lengua indígena, el seis por ciento indicó que sí la habla y el 4.8 porcentual no lo especificó.
En relación con el estado conyugal de la madre, el mayor número de casos de embarazo que derivó en la muerte del producto se presentó en mujeres que se encontraban en unión libre, con 12 mil 448 casos, el 54.1 por ciento por ciento, seguido de quienes reportaron estar casadas, con seis mil 30, el 26.2 porcentual.
La menor incidencia se presentó entre quienes manifestaron ser viudas, con 39 casos.
Respecto a la escolaridad de la madre, predomina el nivel de secundaria, con ocho mil 179 mujeres, el 35.5 por ciento, seguido de preparatoria, con seis mil 734, el 29.3 porcentual. En conjunto representan 64.8 por ciento del total.
En 2021, de las mujeres con un embarazo que terminó con la muerte del producto, el 68.4 por ciento declaró que no trabajaba, el 27.9 por ciento sí lo hacía, y el 3.7 porcentual no lo especificó.
Finalmente, del total de muertes fetales, cuatro mil 141 fueron del Estado de México; mil 936 de la Ciudad de México, y Guanajuato, con mil 564, en contrapoarte está Baja California Sur, con 108.
En caso de Yucatán, hay 555 casos, en Quintana Roo son 209, y en Campeche son 108.