Grabar con un impuesto extraordinario a las más grandes fortunas argentinas. Esta es una propuesta que se estudia en Argentina y que permitiría a las arcas fiscales recaudar algo más de 3.050 millones de dólares, unos 200.000 millones de pesos argentinos, en un tributo extraordinario y único, según señalan en el país del cono sur.
Esta no es una idea surgida en Argentina. Ya se aplicó en los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Y se ha aplicado en otras latitudes en circunstancias muy graves como la actual: pandemias, guerras, catástrofes naturales.
Así lo explicó la Diputada Nacional del Frente de Todos, Fernanda Vallejos en una entrevista con “Destape Radio”, en la que dijo que los sectores más privilegiados han dejado de pagar impuestos en los últimos años a diferencia del resto de la población mientras la brecha entre el 10 por ciento más rico, y la mayor parte de la ciudadanía, no ha cesado de crecer en Argentina.
En efecto. Desde hace días Argentina analiza la posibilidad de un impuesto a la riqueza para afrontar el aumento del gasto público provocado por la pandemia de coronavirus. Este impuesto extraordinario tocaría a un universo de no más de 12.000 contribuyentes, señalan.
El proyecto propone crear un “Fondo Especial de Emergencia destinado a financiar todas las acciones necesarias en materia sanitaria, económica y social para mitigar las consecuencias de la pandemia del COVID-19”.
Esto incluye todo lo vinculado a material sanitario, un salario o ingreso de cuarentena de 30.000 pesos argentinos a todos quienes quedaron sin ingresos desde marzo y mientras dure la emergencia; y comenzar la construcción de viviendas para quienes se encuentran en situación de hacinamiento crítico (3 o más personas en una misma habitación).
Según medios argentinos, los parlamentarios del Congreso argentino están redactando el proyecto de ley que establece un impuesto único que se aplicaría a las grandes fortunas para financiar la campaña social y de salud contra la nueva pandemia de coronavirus, informaron legisladores. También se utilizaría para rescatar a las pequeñas y medianas empresas.
El impuesto se aplicaría “a unas 200 personas y 200 empresas que han obtenido mayores ingresos”, dijo el diputado del Frente de Todo el gobierno Hugo Yasky, en un comunicado a Radio Con Vos.
Por su parte, el titular de la cartera económica defendió la propuesta que elabora el diputado Carlos Heller y que impulsó el titular del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, para crear un impuesto que se aplicaría por única vez sobre las grandes riquezas.
Argentina ya estaba experimentando una aguda recesión y ahora una semi-parálisis de la economía con una fuerte caída en los ingresos tributarios.
Asimismo, Argentina tiene una deuda pública de más de 311 mil millones de dólares. Hablamos de 90% de su Producto Interno Bruto y ha declarado el aplazamiento de los pagos. El Fondo Monetario Internacional ha admitido que esta deuda es insostenible.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo por su parte que este impuesto es “necesario” y “absolutamente razonable” y cuenta con el aval del presidente Alberto Fernández.
“Es una medida totalmente necesaria en este contexto. Se necesitan tomar medidas para proteger a la población y hay que encontrar maneras de financiar estas medidas”, remarcó el funcionario.
Esta propuesta, podría, debería, ser retomada en México, donde algunas de las más grandes fortunas del país parecen remar únicamente en la dirección de sus privilegios.
Y debería ir acompañada, además, de una cancelación de la deuda externa del país, la que no cesó de crecer, irresponsablemente, en los últimos sexenios, llegando al exceso del gobierno de Enrique Peña Nieto, el que acumuló un 50 por ciento de aumento de la deuda del país, entre el boato, el dispendio y la corrupción e impunidad.
Estamos en un momento de decisiones cruciales en el país. Algunos exigen planes de rescate, necesarios para preservar a la pequeña y mediana empresa y millones de empleos en México.
En México, la lista de los candidatos a dicho impuesto está encabezada por Carlos Slim y por Ricardo Salinas Pliego, quien por cierto, ha obtenido contratos millonarios con el gobierno federal y capitalino.
Según Forbes México, la lista de los mil millonarios mexicanos está compuesta por Carlos Slim Helú (con 52,100 millones de dólares); Ricardo Salinas Pliego (con 11,700 millones de dólares); Germán Larrea (con 11,000 millones de dólares); Alberto Baillères (con 6,400 millones de dólares); María Asunción Aramburuzabala (con 5,000 millones de dólares); Juan Francisco Beckmann Vidal (con 4,300 millones de dólares) ; Jerónimo Arango (con 4,000 millones de dólares); Antonio del Valle (con 3,000 millones de dólares); Carlos Hank Rhon (con 2,000 millones de dólares); Roberto Hernández (con 1,700 millones de dólares).
Además las personas con un patrimonio neto ultra alto (UHNWI por sus siglas en inglés), se estima en más de 3,000 mexicanos. Actualmente se considera que un hombre o mujer ultra millonarios cuentan con patrimonios de inversión de por lo menos 30 millones de dólares o 600 millones de pesos en el caso de los mexicanos.
Por último, en situaciones de emergencia, la unidad nacional debería fortalecer al gobierno en turno para tomar éste tipo de decisiones y otras, como la de embargar fortunas a numerosos ex gobernadores que expoliaron a sus Estados. Y entre los que se cuentan numerosos priistas. Pero también panistas.