Caminando
por la vía della Conciliazione uno encuentra numerosas librerías que se especializan
en libros religiosos, textos publicados por purpurados, las encíclicas de los
Papas y ensayos, discursos, de los Pontífices sobre diversos temas.
Precisamente allí encontré un libro de bolsillo ?escrito en italiano- llamado ?Il
Sinodo per L´Amazonia? (El Sínodo para la Amazonia), del cardenal brasileño
Claudio Hummes, actual prefecto emérito de la Sagrada Congregación para el
Clero en la Curia romana.
El librito,
de la editorial San Paolo (Milano 2019) lleva en su portada una foto de una
niña indígena de alguna zona de la vasta Amazonia que mira con una cierta
melancolía fijamente, con los párpados pintados de rojo, y el torso desnudo.
Hablamos de
una región del mundo, la cuenca amazónica, que se extiende por 7,8 millones de
kilómetros cuadrados y que está poblada por 34 millones de habitantes, de los
cuales, unos 3 millones son indígenas, explica en el librito el cardenal
Hummes, quien puntualiza que esos 3 millones de indígenas forman parte de 390
pueblos diversos, de los cuales 137 aún no han sido contactados o que
voluntariamente quieren permanecer así. Las lenguas habladas son 240, dice
Hummes, las que se pueden reagrupar en 49 familias lingüísticas distintas. Es
decir, afirma, ?¡se trata de una vastísima riqueza cultural, histórica,
religiosa y étnica, o más que nunca amenazada de ser destruida!?.
CRISIS
SOCIAMBIENTAL
El Vaticano
ha propuesto reforestar 50 hectáreas en el Amazonas como gesto simbólico para
compensar las emisiones de dióxido de carbono (CO2), por los viajes y otras
actividades realizadas para la organización del Sínodo sobre la Amazonia, que
durante 20 días se desarrolla en Roma desde hace 5 días. Así lo anunció en la
apertura de las sesiones de trabajo el Secretario General del Sínodo, el
cardenal italiano Lorenzo Baldisseri, quien explicó que esperan que esta
asamblea sea ?a impacto cero? y pidió que este proyecto sea aprobado.
Asimismo, en
el Sínodo se pide no utilizar objetos de plástico. Los vasos son biodegradables
y también los bolígrafos, mientras que las bolsas del material de trabajo son de
fibra natural y el papel de todos los documentos es el que tiene más
certificaciones de origen y cadena de producción de reciclado.
Alguno
pensará que se trata de cuestiones más detalle que de fondo. Pero no es así. La
forma es fondo, dirá otro, y es cierto.
El Papa
propuso la realización del Sínodo para la Amazonía desde el año 2017 y
precisamente éste año, cuando estaba programada su realización en el Vaticano,
estallaron los incendios aplicados por terratenientes y empresas a las que dio
luz verde el presidente brasileño Jair Bolsonaro, aunque los incendios también
se desataron en la Amazonia Boliviana como nunca antes, por lo que ha habido
voces que señalan al presidente ?izquierdista?, Evo Morales, como
corresponsable en el impulso de la destrucción de los ecosistemas amazónicos
para ampliar la frontera ganadera y agrícola. En realidad, la devastación, es
cotidiana e involucra a todos los países de la región.
De tal
manera, no sorprende que la realización del Sínodo para la Amazonia tenga a muchos
políticos, empresarios y religiosos ultra conservadores disgustados.
Para
empezar, a los enemigos del Papa alrededor del planeta (y dentro del mismo
Vaticano y de la Iglesia Católica), a los que disgusta su discurso contra el
modelo de desarrollo extractivista, saqueador, destructor de la naturaleza y de
los pueblos originarios que habitan los rincones que han escapado a la ?globalización
del paradigma tecnocrático? como le llama Francisco en su encíclica ?Laudato Sí?.
Como explica
Claudio Hummes, parafraseando al mismo Papa, ?se trata de una crisis ecológica
mundial grave. Basta considerar el drástico y creciente calentamiento climático
global que tiene lugar en los últimos decenios. A la par de la crisis
climática, es siempre más evidente la crisis ecológica efecto de la
devastación, de la contaminación y del consiguiente degrado de la Tierra. El
creciente abatimiento de vastas áreas de bosques, sobre todo las selvas
tropicales, la contaminación con agentes tóxicos para la agricultura de los
terrenos cultivables, la devastación y la contaminación causada por la
explotación minera, la contaminación de los ríos, de los lagos, de los canales
navegables, la contaminación atmosférica, el acumularse de desechos no
adecuadamente tratados, todas estas realidades manifiestan la gravedad de la
crisis ecológica?.
Pero
Francisco no detiene su mirada en la crisis ambiental. Como afirma el Papa, ?no
existen dos crisis separadas: una crisis ambiental y una crisis social, sino
una sola crisis muy compleja, la crisis socio-ambiental? que pone sobre la mesa
el desafío de crear nuevos modelos de desarrollo.
NUEVOS
MODELOS DE DESARROLLO Y LA OPCIÓN PREFERENCIAL POR LOS POBRES
El desafío
del Papa al modelo tecnocrático global va más allá de la denuncia, del saqueo,
de la destrucción, de la muerte, que éste significa, sino que propone, otros
modelos de desarrollo: ?el Sínodo para la Amazonia afrontará el desafío de
formular y de promover nuevos modelos de desarrollo. Es claro que la Iglesia en
cuanto tal no tiene la competencias para formular modelos de éste tipo, pero
ciertamente es capaz de denunciar los males que el modelo en vigor provoca,
puede indicar principios que arrojen luz sobre la formulación de nuevos modelos
y puede estimular su surgimiento y su funcionamiento?, añade Hummes.
El cardenal
brasileño puntualiza, en el capítulo 18 (llamado ?La opción preferencial por
los pobres?) que existen algunas experiencias de otros modelos, que se han
puesto en práctica, como por ejemplo, algunos métodos de gestión de la selva
que funcionan sin destruirla.
Precisamente,
?la opción preferencial por los pobres?, línea de acción expresada por los
obispos latinoamericanos en Puebla en 1979, es también una búsqueda de
relanzamiento de la Iglesia Católica en el continente, donde ha sido
desplazada, crecientemente, por otras confesiones.
De allí que
no sorprenda la propuesta de Hummes de relanzar la Iglesia, precisamente,
partiendo, como propone el Papa, de las regiones periféricas, como el Amazonas,
que en realidad son el lugar del centro del conflicto entre un mundo nuevo que
pugna por nacer y uno viejo, que se niega a cambiar de ruta y morir, y que está
dispuesto a incendiar el planeta y a acabar a todas sus criaturas y a la misma
humanidad, en su ambiciosa ruta suicida, egoísta y ciega. Como demuestran sus
líderes, Trump, Bolsonaro y otros, de no tanto renombre, locales, regionales.