Redacción / DM.- El alto consumo del alcohol en Yucatán registrado en 2019 provocó un aumento en la incidencia de enfermedades, accidentes y delitos, así como también en suicidios y consumo de drogas, coincidieron especialistas.
El auditor del Centro Nacional para la Prevención de Accidentes (Cenapra), René Flores Ayora, expresó que gran parte de los siniestros viales es consecuencia del consumo de bebidas etílicas, las cuales provocan el cansancio en el conductor así como cambios en su conducta.
La problemática se refleja en gran medida durante los períodos vacacionales, por lo que resultan insuficientes los operativos con alcoholímetro.
Por su parte, la especialista del Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales (Cephcis) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Laura Hernández Ruiz, reconoció que el suicidio es un problema multifactorial, sin embargo, en más del 90 por ciento de los casos, el occiso se encontraba bajo los efectos del alcohol.
“El suicidio es multifactorial, es decir, son numerosas y diversas las causas que orillan a una persona a salir por la puerta falsa, tal el caso de la violencia, la depresión, el consumo de alcohol o drogas, los problemas en las relaciones de pareja, el abandono, la desesperanza, entre otras tantas combinaciones”, subrayó.
Asimismo, el director del Centros de Integración Juvenil (CIJ), Víctor Roa Muñoz, afirmó que el aumento del alcoholismo en Yucatán es alarmante, al grado que se mantiene en el primer lugar nacional de Intoxicación Aguda por Alcohol (IAA) así como también hay un aumento considerable de casos de enfermedades hepáticas derivadas por el consumo de esta droga legal.
Por ende, el costo es alto debido al crecimiento en el número de personas hospitalizadas a consecuencia de lesiones sufridas en estado de ebriedad, además del incremento en el índice de morbilidad y de letalidad de cirrosis hepática por alcohol.
Duo dinámico
Comentó que el cigarro y el alcohol es la antesala en el consumo de drogas ilegales, como la marihuana, la cocaína, y el cristal, entre otros estupefacientes.
“Está demostrado que a mayor accesibilidad y disponibilidad de alcohol o de cualquier otra sustancia nociva, es mayor el consumo, con las respectivas consecuencias sociales”, acotó.
Estamos luchando contra el dúo dinámico: tabaco y alcohol, cuyo consumo inicia a edades cada vez más tempranas, entre los 12 años; es fácil imaginar lo que puede pasar con más agencias, cantinas y bares por todos lados, apuntó.
La mayoría de los casos de accidentes de tránsito es consecuencia de fallas mecánicas, seguido de personas que conducen en estado de ebriedad, y buena parte de las personas atropelladas tenían alto grado de intoxicación alcohólica.
Al fomentar aún más el alcoholismo, también se propician otros males como la violencia, los embarazos en adolescentes y las muertes por accidentes”, subrayó.
Definitivamente, tener más expendios de bebidas alcohólicas es un grave riesgo porque además, el alcohol va asociado al consumo de drogas, advirtió Roa Muñoz.
Problemas hepáticos
De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, el alto consumo de bebidas embriagantes que predomina en el Estado provocó durante 2019, en lo que va del año, el ingreso de 10 mil 441 personas a las diversas clínicas y hospitales del Estados, es decir, cada hora con 11 minutos se atendió a una persona con IAA así como con problemas hepáticos relacionados con el alcohol.
Actualmente, es millonaria la inversión anual que se destina para la atención médica de personas lesionadas que están bajo la influencia de las bebidas etílicas así como con la enfermedad alcohólica del hígado y de cirrosis hepática.
Aunque se trata de un problema común entre los hombres, cada vez es mayor el número de mujeres afectadas.
Incluso, son miles las horas laborales que se desperdician cuando el empleado permanece en el nosocomio o está de incapacidad debido a la lesión o por las secuelas de la enfermedad que padece.
El Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave) de la SS federal informó que el año pasado, en el país se registraron 39 mil 981 casos de IAA, con una disminución del 2.2 por ciento con respecto a 2018, cuando la cifra fue de 40 mil 904.
Reveló que en el Estado también se registró un retroceso, ya que 2018 fueron 10 mil 524 personas afectadas por las bebidas etílicas, y al año siguiente fueron nueve mil 779.
Yucatán ocupa el primer lugar nacional de “Intoxicación aguda por alcohol”, el 24.5 por ciento del total nacional, seguido de la Ciudad de México, con tres mil 338, el 8.3 por ciento, y Jalisco, con dos mil 975, el 7.4 porcentual.
La intoxicación aguda por alcohol es un problema de adicción que no está controlado, y el grupo de edad más afectado es el que se encuentra en edad productiva de 25 a 44 años de edad, y en cuando al género, afecta más a los hombres que a las mujeres.
En el país fueron 32 mil 136 hombres, el 80.4 por ciento, y siete mil 845 mujeres, mientras que en Yucatán fueron ocho mil 881 varones, el 90.8 porcentual, y 898 féminas.
Asimismo, en cuanto a las personas que problemas hepáticos derivado con el consumo de bebidas etílicas, durante 2019, en el país se registraron 15 mil 574 casos, con un aumento del 11 por ciento, cuando el año pasado fueron 14 mil 24, mientras que en el Península de Yucatán, el incremento fue del 9.4 porcentual, al pasar de 605 a 662.
Del total de casos, en la República Mexicana fueron seis mil 125 casos de Enfermedad Alcohólica del Hígado (EAH) y nueve mil 449 personas positivas a Cirrosis Hepática Alcohólica (CHA).
Mientras que en el caso de Yucatán, fueron 96 casos de EAH, con una disminución del 8.6 por ciento, ya que en 2018 fueron 105 las personas afectadas, así como 270 CHA, con un crecimiento del 14.9 porcentual, cuando en el año anterior, el acumulado fue de 235.