Redacción.- Los efectos de la crisis del COVID-19 provocarán una caída del PIB (Producto Interno Bruto) de al menos un -1,8% en América Latina y el Caribe dice informe de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), la que no descarta que llegue a ser de entre un -3% y un -4%, o incluso mayor. Esta inestabilidad tendrá efectos económicos directos en los sistemas de salud regionales “cuya infraestructura es insuficiente para enfrentar los problemas generados por la pandemia” y las tasas de mortalidad, y que habrá efectos indirectos en la oferta y la demanda económica, añade.
La CEPAL advierte que la mejor opción estratégica para atenuar los efectos de la pandemia del COVID-19 en América Latina y el Caribe es transitar hacia un modelo de desarrollo más sostenible y ejecutado mediante una mayor integración regional, afirma un nuevo estudio sobre las consecuencias económicas y sociales del padecimiento en esa zona del mundo.
Otra previsión significativa es el valor de las exportaciones regionales que, se calcula, disminuirá al menos en un 10,7% por el descenso de los precios y “la contracción en la demanda agregada global”.
Asimismo, hay que tener en cuenta un factor adicional que puede agravar las desigualdades entre países y grupos de ingresos y que se ha acentuado con la propagación del virus: el uso de internet y las tecnologías digitales.
“Los países de la región tienen capacidades productivas poco sofisticadas y fragmentadas a nivel regional, por lo que se requiere escalar las capacidades nacionales y regionales, principalmente en la producción y provisión de bienes de primera necesidad. Para ello es imperativo impulsar el comercio intrarregional“, señala el informe.
El estudio indica que “dadas las desigualdades económicas y sociales de la región, los efectos del desempleo afectarán de manera desproporcionada a los pobres y a los estratos vulnerables de ingresos medios”.
Además, se apunta la posibilidad de que la crisis aumente el empleo informal, que ya era del 53,1% en 2016, y que las familias más pobres envíen a sus hijos a trabajar incrementando las tasas de trabajo infantil y de baja o nula escolaridad.
Para la emergencia sanitaria la CEPAL destaca que es obligatorio “aplicar inmediatamente y de manera eficiente las medidas de contención sugeridas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), fortalecer los sistemas de salud y garantizar acceso universal a pruebas, medicamentos y curas”.
La emergencia social demanda “medidas de protección de los ingresos para los grupos más vulnerables, medidas de protección del empleo, como los subsidios de desempleo e ingreso básico de emergencia, y medidas de apoyo a las pequeñas y medias empresas (PYMES) y los trabajadores por cuenta propia”.
En relación con la emergencia económica, considera necesarias “acciones de política fiscal, de política monetaria y de cooperación internacional”.
La CEPAL también llama “a levantar las sanciones impuestas a Cuba y a Venezuela“, permitiendo su acceso a alimentos, suministros médicos y pruebas de la COVID-19 y asistencia médica. “Es tiempo de solidaridad, no de exclusión”, señala el documento.