Redacción / Didier Madera / Foto: NASA.- El astrónomo yucateco Eddie Ariel Salazar Gamboa anunció que el próximo jueves 7 se registrará la Luna llena de las Flores, denominación establecida al plenilunio vinculado con la primavera, la cual es la antesala del solsticio de verano.
Indicó que desde el punto de vista astronómico, no hay un fenómeno peculiar más que la Luna es su fase de llena, la cual, de por sí llama la atención, el cual se registrará a 5:45 horas.
Comentó que ese día, los yucatecos observarán que Selene saldrá a las 7:57 horas y se ocultará a las 6:28 horas del viernes 8.
Tras su aparición por el horizonte, estará casi 100 por ciento iluminada, y estará a 364 mil 373 kilómetros de la Tierra, abundó al mencionar que ayer se celebró el Día Internacional de la Astronomía..
Detalló que cuando la Luna está en perigeo se ubica a 352 mil kilómetros de la Tierra, mientras que en apogeo llega hasta 400 mil seis kilómetros de nosotros. En un día normal, la distancia promedio es de 384 mil.
El satélite natural de la Tierra tendrá una brillantez de -12.5, y aclaró que mientras más negativo sea la luminosidad de un astro mayor será la luminosidad. En el caso de Venus, como Lucero del Amanecer o del Atardecer, es de -3.3, y en el caso del Sol, llega a -26.1.
“Durante el plenilunio, la Luna refleja toda la luz solar, por eso, las estrellas de baja intensidad prácticamente desaparecen y muchos de los fenómenos astronómicos se ven opacados, como son las lluvias de estrellas”, subrayó.
Explicó que cuando en la bóveda celeste se observa a la Luna llena, ésta ocupa 30 minutos de arco, y cuando está en perigeo, el punto más cercano a la Tierra, es de 34 minutos de arco.
“El cielo lo podemos comparar con un semicírculo, tiene 180 grados de arco, y cada uno de ellos tiene 60 minutos, por lo que tanto el Sol como la Luna ocupan medio grado de arco”, acotó.
Abundó que ese día, el Sol aparecerá a las 6:24 horas y se pondrá a las 19:25 horas, es decir, el día tendrá una duración de 13 horas y un minuto.
El académico del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM) explicó que nos estamos acercando al solsticio de verano, que ocurrirá el próximo 21 de junio, y por ende, el día más largo del año, cuya duración es de cerca de 14 horas.
Mencionó que 2020 es un año interesante, desde el punto de vista astronómico, pues habrán 13 plenilunios, dado que en octubre hay Luna Azul, es decir, ese mes tendrá dos lunas llenas.
Recordó que el pasado 10 de enero se registró la primera luna llena del año, la cual fue denominada “del lobo”.
El también profesor emérito de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) añadió que el pasado 9 de febrero se registró la “Luna de Nieve”, la cual se le denomina así en el hemisferio Norte, ya que puede estar acompañada por fuertes nevadas.
El tercer acontecimiento del año ocurrió el 9 de marzo, con la superluna, fenómeno astronómico que ofreció un verdadero espectáculo ya que además de ser más grande y brillante, además que en la Península de Yucatán, la también llamada “Luna de gusano” provocó un aumento en el nivel del agua de los cenotes, manantiales y humedales de la región.
Posteriormente, el 7 abril fue la Luna de la Crucifixión, la cual marcó diversos sucesos, como el carnaval, la Semana Santa y festividades movibles del cristianismo, así como del fenómeno arqueoastronómico del descenso del Kukulcán lunar.
Dicho suceso lunar es la pieza clave del cristianismo, la cual es la primera Luna llena después del equinoccio de primavera, la cual fue también denominada como “Luna rosada”.
Salazar Gamboa dijo que en octubre próximo será la Luna Azul, es decir, en ese mes habrán dos plenilunios, el 1 y 31 de del décimo mes.
El 5 de junio será la Luna llena fresa; el 5 de julio, del dólar; el 7 agosto, de esturión; el 2 de septiembre, de maíz; el 1 de octubre, de cosecha; 31 del mismo mes, la azul; el 30 de noviembre, de castor, y el 29 de diciembre, de noche larga.
Finalmente, indicó que la Luna es el elemento astronómico de fundamental importancia para la vida, pues “me atrevo a decir que si la Tierra careciera de éste satélite natural, la vida no existiría, o más bien, sería diferente a los que hoy conocemos”.
Por ende, la Luna influye directamente sobre los seres vivos, y los seres humanos no somos la excepción.
Incluso, la Luna es causante de las mareas, por lo que el movimiento del mar depende de la gravitación que ejerce el Sol, pero sobre todo éste satélite, sobre la Tierra.