Redacción.- Al grito de “chingue a su madre, cada quien se cuide”, habitantes de la comisaría de Dzonot Carretero en Tizimín, exigieron el fin del confinamiento obligatorio. Los habitantes rechazaron en particular los llamados “filtros sanitarios” a lo que tuvo que acceder, en ese momento, el comisario Javier Santos, quien en un vídeo publicado en Facebook, posteriormente se retractó de lo que aceptó ante la presión de la población enardecida.
En efecto. Centenares de personas se agolparon frente a la comandancia de policía y en el parque de la comisaría exigiendo el fin del encierro y la apertura de los espacios públicos y el fin de los filtros sanitarios por los abusos cometidos por quienes los controlan. El comisario Javier Santos se retractó de lo que dijo públicamente bajo presión y aseguró que los filtros continuarán.
En vídeos que circulan en redes sociales, se observa a decenas de personas gritar y reclamar al comisario quien aceptó reabrir el parque y las áreas comunes así como levantar los llamados filtros sanitarios, en un primer momento.
“Que cada quien se cuide”, gritaron los habitantes exasperados.
Dejan la cuarentena para abrir parques y campos de fútbol.
“Si nos vamos a morir que nos muramos todos”, gritaron personas del pueblo Dzonot Carretero, en Tizimín, el que se amontonó en la comandancia con y sin cubrebocas en el rostro.
Exasperados por el encierro, los habitantes decidieron ponerle fin a la fuerza. Pero después el comisario se retractó.